Bajo el lema «cada nueva imagen que aparezca frente a ti te animará a dar el siguiente paso», el grupo de caminantes de Walking Ibiza encabezados por Toby Clarke puso fin ayer a la aventura que les ha llevado a recorrer 250 kilómetros de la isla a lo largo de once días.
El trayecto de estos nueve valientes, incluyendo al propio Clarke y su perro Cosmo, comenzó una mañana del 12 de octubre, por las calles del barrio de la Marina, Dalt Vila, y la ciudad de Eivissa, y finalmente en torno a las 15,00 horas de ayer, regresaron a su punto de partida, el monumento al marinero en la entrada del Puerto de Eivissa.
En su trayecto, que prácticamente ha podido ser seguido casi en tiempo real por redes sociales como el Facebook, los participantes han pasado por los parajes naturales más espectaculares de la isla mientras dormían al aire libre en tiendas de campaña y sufrían duras condiciones climatológicas como una fuerte tromba de agua que se les vino encima mientras recorrían la zona de Cala Jondal en el segundo día de ruta.
Pero no todo fue sufrir, ya que el grupo también disfrutó de una cena, el séptimo día de camino, en el restaurante Utopía de Sant Miquel, mientras se preparaban para afrontar la recta final que les llevaría por la parte norte de la isla hasta la ciudad de Vila. Precisamente, durante los dos días siguientes a la citada cena recorrieron, «cansados pero unidos por el espíritu de equipo y el sentido del humor» zonas como Cala Nova, la recóndita playa de Es Canaret y el faro de Portinatx o faro de es Moscarter, donde decidieron inmortalizar el momento en una foto de grupo como recompensa a su esfuerzo.