El médico Conrad Murray fue declarado hoy culpable de homicidio involuntario en la Corte Superior del condado de Los Ángeles, donde ha sido juzgado como único acusado por la muerte de Michael Jackson, ocurrida el 25 de junio de 2009.
Los doce miembros del jurado alcanzaron el veredicto por unanimidad después de cerca de diez horas de deliberaciones que comenzaron el pasado viernes.
La secretaria judicial Sammie Benson se encargó de leer el veredicto de culpabilidad que Murray, de 58 años, escuchó con la mirada perdida mientras se oyó en la sala un grito de alegría.
El juez Michael Pastor dará a conocer la condena el 29 de noviembre, que podría ascender a un máximo de 4 años de cárcel y la pérdida automática de su licencia médica, aunque debido al hacinamiento en las cárceles californianas también podría quedar reducido a un arresto domiciliario al no tratarse de un crimen violento.
La Corte retiró de forma inmediata la libertad condicional a Murray, que fue esposado en la sala del tribunal y quedó bajo custodia de las autoridades hasta el día de la sentencia.
La madre de Michael Jackson, Katherine, su padre, Joe, y sus hermanos Jermaine, Rebbie, Randy y La Toya, estuvieron presentes en la vista, al igual que la madre de Murray y Nicole Álvarez, la madre del sexto hijo del médico.
La decisión del jurado fue recibida con algarabía a las puertas de los juzgados donde se congregaron decenas de personas que corearon «justicia para Michael» e incluso algunos fans no pudieron contener las lágrimas tras saber que Murray había sido condenado.
«Se ha hecho justicia», dijo Jermaine Jackson cuando abandonaba el edificio junto con su familiares.
«Estoy feliz de que sea culpable, aunque esto no nos devolverá a Michael», declaró Rebbie Jackson a la cadena HLN, que emitió el juicio que arrancó el 27 de septiembre en Los Ángeles.
«Gracias América, gracias al equipo de la acusación... Michael estaba en la Corte y es por eso que se logró la victoria», explicó emocionada La Toya Jackson.
Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 víctima de una intoxicación aguda de sedantes, en especial del anestésico propofol, un fármaco solamente indicado para su uso en hospitales y que Murray admitió haber administrado al cantante para tratar su insomnio.
El doctor fue el principal sospechoso en la investigación policial que siguió al deceso del artista aunque en todo momento proclamó su inocencia.
Conrad Murray había empezado a ejercer como médico personal de Michael Jackson en abril de 2009 a petición del cantante que quería que el galeno lo acompañara a Londres para su tour «This Is It» que iba a comenzar en julio de ese mismo año y se prolongaría durante más de nueve meses.
Durante los dos meses en los que Murray estuvo con Jackson, el médico aseguró que trató a su paciente con propofol casi de forma diaria aunque dijo a las autoridades que su intención era desenganchar paulatinamente al cantante de esa sustancia a la que llamaba su «leche» para dormir.
La defensa en el juicio describió a Jackson como un adicto al propofol y otros fármacos de prescripción médica y culpó al propio artista de su fatídico final hasta el punto de que sugirieron que Jackson se inyectó la sobredosis de propofol que lo mató en un momento en el que Murray se había ausentado de su dormitorio.
La Fiscalía indicó que el médico era responsable de un delito criminal por dar a Jackson propofol en contra de los estándares médicos y cometer una serie de graves negligencias, como demorarse en llamar a urgencias y ocultar a los servicios de emergencia información clave sobre lo consumido por el artista.
Murray declinó su derecho a subir al estrado en el juicio de duró seis semanas y en el que se escucharon cerca de medio centenar de testimonios, desde los empleados del «rey del pop», hasta las novias del acusado y, por último se vivió un intenso toma y daca entre expertos anestesistas en el uso de propofol.
En sus alegatos finales, la defensa le pidió al jurado que pensara si el juicio penal se habría producido de no tratarse de la muerte de Michael Jackson y habló de una conspiración en contra de Murray, unas ideas que, en vista del veredicto, fueron desestimadas.