«Pretty Woman» la hizo inmortal y la convirtió en «novia de América», su sonrisa cautivó a un Hollywood que la premió con el Oscar tras dos intentos fallidos, y ahora es el Festival de Cine de San Sebastián el que cae rendido a los encantos de Julia Roberts.
La actriz estadounidense recogerá el próximo 20 de septiembre el prestigioso Premio Donostia, con el que el certamen reconoce la trayectoria de una de las intérpretes más queridas por el público y mejor pagadas del firmamento hollywoodiense.
Ganadora de un Oscar y de tres Globos de Oro, la presencia de Roberts en una película es sinónimo de éxito. Su fuerte, la comedia amorosa: un terreno en el que lleva reinando durante dos décadas desde que marcara un hito con «Pretty Woman», película de cabecera de románticos empedernidos.
Tras algún trabajo destacado, despuntó en 1989 con «Magnolias de acero», con la que ganó un Globo de Oro y obtuvo su primera nominación al Oscar, pero fue un año después, en 1990, cuando su cuento de hadas junto a Richard Gere la encumbró al estrellato.
«Pretty Woman», una de las películas más rentables y televisadas de todos los tiempos, le valió un Globo de Oro y su segunda candidatura al premio Oscar, así como, por aclamación popular, el título de «novia de América».
Tras interpretar a la prostituta que cambia su destino gracias al amor, Roberts comenzó a moverse como pez en el agua en el género romántico: «Morir joven», «La novia de mi mejor amigo», «Notting Hill», «Novia a la fuga» -su reencuentro con Gere- o «Duplicity» son algunos de los títulos que ha protagonizado y con los que consiguió recaudaciones nada desdeñables.
Muy deseada por los directores, no fue hasta 2001 cuando se alzó con la máxima estatuilla de Hollywood gracias a su interpretación de «Erin Brockovich», de Steven Soderbergh, con la que previamente ganó el Globo de Oro.
También fue candidata a los Globos de Oro «La novia de mi mejor amigo» (1998), «Notting Hill» (2000), «La guerra de Charlie Wilson» (2008) -con la que volvió a la gran pantalla tras unos años de retiro para cuidar a sus hijos- y «Duplicity» (2010).
Roberts también probó las mieles del «thriller» en «El informe pelícano» y «Conspiración», se introdujo en la Historia con «Michael Collins», ahondó en la complejidad de las relaciones humanas con «Closer» y se lo pasó en grande junto a Brad Pitt y George Clooney en las cintas «Ocean's Eleven» y «Ocean's Twelve», ambas dirigidas por Soderbergh.
Sin embargo, la crítica no ha acompañado siempre a la intérprete, quien incluso llegó a estar nominada en dos ocasiones a los Razzie por su trabajo en «Hook» y «Mary Reilly».
Aunque no todo el monte es orégano, el público y su caché parecen no sufrir por estas cuestiones.
La actriz presentará en la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián, pero fuera de competición, «Come reza ama», película romántica en la que comparte cartel con Javier Bardem.
Recientemente se ha puesto a las órdenes de Tom Hanks, director, guionista y también actor de «Larry Crowne», una película que narra la historia de un hombre que debe comenzar de cero.
A punto de cumplir 43 años, la revista «People» la nombró en abril la persona más bella del mundo, y su belleza es tan universal que un equipo de arqueólogos de Bulgaria le puso su nombre a un esqueleto de 9.000 años de antigüedad que conservaba unos dientes perfectos.
Ahora, la «novia de América» atesora un nuevo éxito, el reconocimiento del Festival de Cine de San Sebastián, que en el pasado han recibido intérpretes de la talla de Bette Davis, Lauren Bacall, Susan Sarandon, Catherine Deneuve, Vanessa Redgrave o Meryl Streep.
En 2006, su compañero Richard Gere recibió el mismo galardón. La sombra de «Pretty Woman» es alargada.
El certamen, que ha hecho pública hoy su decisión, habla de Roberts como de alguien que «no necesita presentación», y como la protagonista de «algunas de las películas de más éxito de los últimos veinte años».
Su presencia causará, sin duda, revuelo en San Sebastián. El entusiasmo por ver a la actriz en tierras españolas está garantizado.
El 20 de septiembre se sabrá si el fervor del público es comparable a la adoración que Diego Armando Maradona siente por Roberts, ya que el astro el fútbol argentino llegó a afirmar que sería capaz de cortarse «la mano de Dios» por verla.