Y ya que estamos con fiestas les anuncio que ha comenzado oficialmente mi temporada de recepciones estivales en casa. Carmen Lomana pasó unos días en Mallorca estupendamente atendida en el hotel Son Caliu, que le encanta, y es ya su casa mallorquina. Vino entre otras razones para que pudiéramos vernos y abrazarnos tras una temporada complicada en la que vernos y hablar distendidamente resultaba imposible, así que le organicé una cena en casa a la que quise invitar a amigos de siempre para mezclarlos con nuevos amigos, todos grandes profesionales, con vidas interesantes y mucho para compartir con generosidad y altura de miras.
Carmen es selecta solo en una cosa, la educación normal y corriente, no se crean que exige que la reciban con alfombra roja, pero es un placer hacerlo, pues valora más que nadie cada detalle que se tenga con ella. Somos amigos desde hace años, así que no tuve que esforzarme mucho para complacerla porque sé más o menos que le gusta casi todo tipo de gente y, lo más importante, participa de la fiesta hablando con todos y de todo. Eso lo hacen los personajes que han llegado al éxito con sabiduría, y ella lo ha hecho sin cometer demasiadas equivocaciones.
Se sirvió salmorejo fresquito y un rosbif que suele gustar a todos elaborado con una receta que me pasó la gran Sonia Valenzuela, invitada por supuesto a la cena. Francina Galmés Meliá y su marido Xisco Balaguer llegaron los primeros y fue un placer poder disfrutar de ellos un rato; Emilio Esteban-Infantes, amigo querido, llegó con su buen humor y con ganas de pasarlo bien, al igual que Juanjo Martí y Juan Fernández Mena; Maite Arias, amiga de Carmen desde hace años, y que apareció espléndida maravillando a todos; Martina Benvenutto y su prometido Alvaro Anaya, que tras la cena tuvo la enorme generosidad de sacar la guitarra para hacernos cantar a todos. Ante la inspiración musical, mi hermana Àngels Mercer Palou y yo nos marcamos una especie de rumba rara y absurda que nos llevó al cielo. Ah, y lo más importante, abrí por primera vez la capilla dedicada a la Virgen del Carmen en honor a la amiga, y a todos las que sin estar presentes estaban en mi corazón. Será bendecida en breve si Dios quiere.