Uno de mis eventos favoritos del año es la Gala benéfica de Fundación RANA, que este año se celebró un poco antes de lo que suele ser habitual, aunque con estos calores estivales que tenemos en plena primavera, se agradece un poco de frescura y todo el glamour que cada año nos regala. El lugar elegido para celebrar este encuentro social de postín fue la Finca Son Mir, y sus hermosos jardines, con ese césped de color verde intenso y perfecto corte, los olivos y las flores de tantísimos colores en explosión estacional, volvieron a emocionarme. Y como antesala a la cena, en el patio de entrada a esta fantástica possessió, un estallido de color nos daba la bienvenida en el photocall diseñado para la ocasión por Beatrice Ballons Decorations, con un elegante estilo disco, como se puede apreciar en las fotografías de mi admirado Pep Caparrós, quien contribuye de manera altruista con su buen ojo a retratar los mejores momentos de la noche.
Mucho brilli-brilli en los espectaculares vestidos de buena parte de las invitadas; Francina Galmés Melià lució uno de los vestidazos de la velada, y aquí tengo que protestar, una vez más. Los hombres estarían mucho más elegantes con corbata, qué digo, mucho mejor con smoking, para acompañar a las damas que crean magia con sus modelos. Un detalle que les igualaría en estilo a la mayoría de las señorass. Tanto el aperitivo como la cena fueron muy comentados para bien, y es que con Marc Fosh y Tast Out la calidad está asegurada. Con ellos y también con el perfecto maridaje de las bodegas José Luis Ferrer y Freixenet.
Me llamó la atención la cantidad de gente joven, solidarios con la causa de RANA, que para quien no lo sepa, es la prevención del abuso sexual infantil y juvenil, también el tratamiento a las víctimas adultas que lo sufrieron cuando eran niños. Allí estaban Alain Gerondeau, Ricard y Marc San José, Arantxa Ruiz Blake, Miguel y Oscar Carrascal, entre otros muchos, muchísimos. Gran labor social cargada de esperanza en el ser humano y en su capacidad para hacer frente común en la protección de la infancia y adolescencia, como señaló su presidenta, Elizabeth Homberg, siempre bellísima, en el discurso de apertura. No es de extrañar la enorme ovación que la sala entera le brindó a ella y a su equipo, y que durante toda la noche los invitados no pararan de comprar y comprar los boletos de la rifa y sorteos que con tanto estilo ofrecían los jóvenes voluntarios de la Fundación.
Y si es muy de agradecer la respuesta de la sociedad balear ante esta llamada de prevención, también merecen su reconocimiento todas las firmas que colaboran en esta noche tan especial con RANA: Imatge Events, con ese arte que tienen para la decoración y vestir las mesas, adornadas con los maravillosos centros florales de Fronda. Y a Citysightseeing le reconozco también su generosidad al ceder sus confortables autobuses para llegar a la espectacular Finca Son Mir tan impecablemente vestidos y devolvernos a casa, algunas horas después, desmelenados tras tanto baile, ¡animados a darlo todo en la pista con el hechizo marchoso que contagian Lo Music y Panela! Divertidísimas, por cierto, Mercedes Lacasa, Cata y Xisca Sastre, Rocío Carrasco y Ana Hernández.
Todas y todos felices y contentos, los que más, obviamente, aquellos que consiguieron algunos de los sensacionales regalos que aportaron los numerosos patrocinadores de la Gala. Por poner algunos ejemplos, pues fueron muchísimos, destacaría a Meliá Hotels International, Son Brull, Hammam Al Ándalus, RIU, Relojería Alemana, Piluca Osaba, Tissa Fontaneda, Fera, Hotelbreak, Tress by Sonia Canyelles y Valenti Hotels. Sé de una afortunada mujer que ganó un tratamiento de la doctora Lia Fabiano para preparar su piel de cara al verano, valorado en mil euros. ¿No es para dar saltos de alegría?
Pletóricos estaban también quienes pujaron alto con la dirección del gran Oscar Ruiz y terminaron consiguiendo las obras de arte de Talía Lehavi, Hans von Schröder, Margarita Mas y Ernesto Rodríguez, cuya escultura titulada El Abrazo fue muy deseada y finalmente adquirida por Gabriela Wölffer. Termino esta crónica con una frase de Desmond Tutu, elegida por la presidenta Elizabeth Homberg para concluir su discurso, que aún resuena en mi memoria: «La esperanza es la capacidad de ver que hay una luz a pesar de toda la oscuridad». Mantengámosla viva y brillante, por el bien de nuestros niños y su derecho