El artista de la joyería Chus Burés, un genio, mostró su colección en la Galería Rouge, donde se disfrutó de un cóctel al que acudieron algunos de los tops patrios, entre ellos el gran Joan Guaita, gran amigo del creador estrella de la joyería que desde los 80 conquista a los más elegantes.
Chus hizo que la plata fuera elegante, y sigue haciéndolo. Marta Gayá, Petra Mateos, José Antonio Llorente e Irene Rodríguez, Sybilla o Luisa del Valle fueron algunos de los grandes nombres que no quisieron perderse la cita para celebrar sus 30 años de relación profesional y de amistad con la Isla, arrancó un vernissage que tuvo lugar en Rouge, Palma, donde el artista mostró una selección de sus colecciones más emblemáticas.
A partir de ahí, Burés abrió un atelier en la calle Portella de Ciutat en el que, hasta el próximo mes, mostrará mediante cita previa –que se puede concertar en chusbures@chusbures.com–, trabajos de inspiración personal o aquellos que han tomado forma tras la colaboración con artistas plásticos contemporáneos de distintas corrientes: Louise Bourgeois, Miquel Barceló, Santiago Sierra o Le Parc, entre otros, que reflexionan sobre el hecho artístico en sí mismo o sobre cuestiones sociales.
En sus diseños más personales Burés investiga sobre el origen del oro mirando al universo, tras sus conversaciones con el director del observatorio astronómico de París. Sobre cómo objetos de escaso valor, a priori, como una piedra encontrada en la calle, en Nueva York, pueden convertirse en piezas de alta joyería una vez trabajadas por los maestros artesanos, o al contrario; a este proyecto lo ha denominado Subverted Jewerrelly.
También la forma en la que utiliza piezas precolombinas certificadas para crear joyas actuales que son, a la vez, pequeñas esculturas, o cómo la joyería encuentra su inspiración en el cuerpo humano y la naturaleza más cercana.