Tuvimos la oportunidad de disfrutar un día en la casa de Joan Punyet Miró y su esposa Marisol Ramirez. La casa de Son Abrines, donde vivían Joan Miró y su esposa Pilar Juncosa, la mujer que forjó la Fundació Miró, hoy es una construcción moderna, obra del arquitecto y genio Toni Esteva.
Es una maravilla arquitectónica que da todo el protagonismo al espacio que la rodea, que no quiere protagonismos, pues compite, sin quererlo, con las dos grandes obras de la fundación, las obras de Sert y Moneo.
La Fundació Miró Mallorca cuenta con tres edificios singulares que constituyen uno de los conjuntos arquitectónicos más valiosos de Mallorca. El taller Sert, estudio diseñado por el amigo y arquitecto Josep Lluís Sert, y Son Boter, una casa mallorquina de la segunda mitad del siglo XVIII que el artista utilizó como segundo estudio de pintura y escultura, y el edificio Moneo, sede de la fundació, diseñado por Rafael Moneo. Fíjense en lo que les acabo de contar en tan poco espacio.
El encuentro fue sorpresa incluso para los anfitriones pues se convocó a Geraldine Carré Bauer y a María Juan de Sentmenat, con su elegantísimo novio, sin saber con quién se iban a encontrar. El regalo fue suntuoso en todos los sentidos pues pudimos disfrutar de un almuerzo delicioso, de una conversación entretenidísima y de nivel más que aceptable, lo que no siempre ocurre; y además disfrutar de la obra de Joan Punyet, que se muestra en la parte baja de la casa.
Una obra que en sus colores recuerda inevitablemente a la de su abuelo sin pretenderlo, pero que a mí me parece de una valentía excepcional y de una calidez bárbara, ya que respeta todas las artes desde la raíz. Me las llevaría todas a casa que quieren que les diga.