El agente de la Policía Local de Santanyí que fue condenado en juicio rápido a dos años de prisión por agredir a su mujer y que horas después quebrantó la orden de un juez de Manacor ha ingresado en la prisión de Palma. El juzgado de lo Penal número 8 ha revocado la suspensión extraordinaria de las penas, tal y como había solicitado su defensa. El funcionario aceptó el pasado mes de marzo dos años de privación de libertad por un delito de lesiones y poco después otros cuatro meses por quebrantamiento.
Según apuntan fuentes conocedoras del caso, el policía entró en prisión hace unos días. El asunto, que adelantó en primicia Ultima Hora, se remonta al 21 de marzo, cuando se produjo el primer arresto. Su pareja sentimental acudió al hospital de Manacor con lesiones en las costillas y en la cara. Dijo a los médicos que se las había hecho sola, pero los médicos no se lo creyeron y avisaron a la Guardia Civil. Las pesquisas de los agentes encargados de la investigación concluyeron que los golpes fueron obra de su pareja, agente en Santanyí, que fue detenido.
Seis días después, el 27, se sentó ante el juez de Instrucción número 2 de Manacor para ser sometido a un juicio rápido. Reconoció los hechos y aceptó dos años de prisión. También la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima durante dos años y ocho meses. Evitaría la cárcel si no delinquía durante tres años. Pero no tardó mucho en hacerlo.
Al día siguiente el funcionario policial se comunicó con su expareja a través de una videollamada, aunque quien cogió el móvil en primer lugar fue un familiar de la mujer. La Guardia Civil fue alertada de ello y volvió a arrestar al hombre, de 35 años. Puesto de nuevo a disposición judicial aceptó, en otro juicio rápido, cuatro meses de cárcel por quebrantamiento. Esto le dejaba a las puerta de ingresar en prisión. Se dejó en manos de Penal 8, el encargado de ejecutar las sentencias.
Días atrás, la jueza titular de dicho juzgado desestimó la suspensión extraordinaria solicitada por la defensa del policía local y este ingresó de manera inmediata en el centro penitenciario de la capital balear para cumplir los dos años y cuatro meses de cárcel a los que había sido condenado a finales de marzo.
Tras el primer arresto, el Ayuntamiento de Santanyí le abrió un expediente y le apartó temporalmente del cuerpo, donde llevaba varios años, primero como interino y posteriormente con plaza propia. También le retiró el arma.
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