Un joven, nacido en Venezuela y en situación irregular en España, ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por atropellar a cuatro policías nacionales y embestir a dos patrullas tras darse a la fuga en Palma cuando le dieron el alto. El acusado, que no tiene el carnet, se subió a bordo de un DR 6 la acera en la calle Aragón por donde transitaban decenas de personas y circuló en dirección contraria durante un buen tramo. El procesado también deberá abonar multas de 405 euros por las lesiones causadas a los agentes y de 1.080 por conducir sin el permiso. Inicialmente la Fiscalía pedía para él seis años y medio de privación de libertad. Su abogado, Antolín María García, alcanzó un acuerdo previo con la Fiscalía y la defensa de los agentes perjudicados.
Junto a él también fue sentenciado, y asistido por el abogado Juan Carlos López, a un año de prisión un amigo que alquiló el vehículo y no lo devolvió cuando tocaba a un rent a car. Para él la acusación pública solicitaba tres años de privación de libertad. Su pena quedó suspendida.
Los hechos tuvieron lugar el 16 de diciembre del pasado año sobre las 15.30 horas. La madrugada anterior había sido interceptado circulando de manera temeraria por el centro de Palma. Esa vez escapó, pero su matrícula quedó anotada. Horas después apareció en calle Aragón. Varias patrullas le cortaron el paso y le dieron el alto, pidiéndole que apagara el motor y se apeara del coche. Cuando los seis agentes que le perseguían bajaron de sus vehículos, dio un fuerte acelerón marcha atrás, chocó contra otro coche y embistió luego a uno de los vehículos policiales, obligando a un funcionario a apartarse, golpeándole en la mano.
Siguió dando marcha atrás, se llevó por delante a otro de los policías y atrapó al tercer agente, que tuvo que saltar para no ser aplastado. En su fuga, atropelló también al cuarto policía, al que le pasó con el coche por encima del pie y la pierna izquierda. Consiguió su objetivo de huir y se subió a acerca en la calle Aragón, repleta de gente. Así circuló unos 200 metros, obligando a los peatones a apartarse para no ser arrollados. En la fuga además se saltó varios semáforos en rojo. Los agentes finalmente pudieron reducirlo y arrestarlo.
El principal acusado deberá abonar 1.300 euros a los agentes a los que causó lesiones y más de 2.700 por los daños causados al vehículo policial. Su amigo deberá hacer frente a 1.806 euros por los días que tuvo el coche de alquiler en su poder y tenía que haber devuelto. La jueza dictó sentencia en el mismo acto.
El enriquecimiento de zapatero dando sus frutos a diario