Eduardo, un vecino de La Vileta, lleva casi una semana sin poder trabajar y aún le faltan unos días para poder hacerlo. El motivo no es otro que el robo la madrugada del pasado sábado día 7 del material de fontanería que tenía en su furgoneta, aparcada en un garaje comunitario. «Llevamos tiempo siendo víctimas de este tipo de delitos y sabemos que es gente del barrio». El perjuicio económico se sitúa entre los 7.000 y 10.000 euros.
La víctima, que tiene alquilada su plaza de parking en busca de «seguridad», como él mismo explica, subraya a este diario que su caso no es algo puntual. «Decidí compartir las imágenes de los delincuentes al lado del vehículo en Facebook y muchos residentes tanto de La Vileta como de Son Rapinya empezaron a decir que ellos también habían sufrido robos», señala. La Policía Nacional ya investiga lo ocurrido.
El material que le robaron le impide trabajar. «Es material de fontanería que sin él no puedo hacer nada. Estos días estoy haciendo presupuestos y me muevo con el coche de mi mujer. Mas allá del perjuicio económico de los elementos, que también, está la pérdida días de poder ingresar por mi trabajo», explica Eduardo.
Este vecino ya sufrió en sus propias carnes los actos de los delincuentes no hace mucho. «Me robaron la bici hará un año y en octubre pasado la cámara de vigilancia me avisó de la presencia de gente alrededor de la furgoneta. Ese día, a diferencia del pasado sábado, estaba despierto y bajé corriendo, pero les dio tiempo a huir», recuerda. Cuestionado de cómo se internan los sospechoso en el garaje, Eduardo lo tiene claro. «Fuerzan la puerta principal y ponen un freno. Saben lo que hacen», apunta.
El perjudicado, que señala que lleva días casi sin dormir revisando todas la páginas web de venta de artículos de segunda mano por si aparece el material, lamenta las leyes existentes para combatir este tipo de delitos. «Las leyes que tenemos son una porquería. La Policía hace su trabajo, pero es muy complicado que cambie algo si luego esta gente campa a sus anchas cuando se le detiene».
Así como están las cosas, no se puede dejar nada de valor dentro de un coche o furgoneta.