Ricardo A.M acaba de ser exculpado del crimen de es Carnatge por cinco votos a favor y cuatro en contra del jurado popular que debía determinar su implicación en el caso. El tribunal considera que «no tenemos pruebas suficientes», para determinar la culpabilidad del acusado; por ello, la decisión final ha sido declararle no culpable.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 25 de enero de 2022 en la calle Dèntol. Alguien, según defendía la acusación Ricardo A.M, se habría acercado por la espalda del perjudicado aprovechando que se encontraba bajo los efectos del alcohol y de forma sorpresiva le golpeó con un martillo en la parte trasera de la cabeza. El golpe le dejó aturdido y le hizo caer al suelo. Una vez allí, le colocó un objeto sólido y punzante y lo amartilló en la zona lateral de la cabeza. El objeto penetró unos ocho centímetros en el cráneo del herido y le provocó la muerte. A continuación, puso acelerante de la combustión en la ropa interior de Melanio Valverde, el fallecido, antes de provocar un gran incendio que borrase las pruebas.
En base a este relato de lo sucedido, el jurado popular ha analizado diversas cuestiones alrededor del caso y consideran que no pueden asegurar que Ricardo A.M estuviera con la víctima en el interior de la chabola cuando sucedieron los hechos; tampoco «nos han dado un motivo o razón convincente por la que pudiera haber cometido el crimen», han afirmado durante la lectura del veredicto. Consideran también que hay numerosas huellas de personas desconocidas y que el lugar del crimen fue manipulado posteriormente.
Asimismo, defienden su decisión en que el posicionamiento del móvil de Ricardo A.M no se puede ubicar junto a la víctima, no se puede determinar el trayecto que realizó o su posicionamiento en base a los repetidores y «las declaraciones de los testigos son poco claras y contradictorias», han finalizado.
Minutos después del veredicto, el jurado popular ha vuelto a la sala para realizar unas correcciones en la redacción de su decisión final; aunque mantiene el 'no culpable'. El procesado ha quedado en libertad tras finalizar la vista.
Algo falla en el sistema judicial para que una persona sobre la que no hay pruebas firmes tenga que llegar a un juicio para quedar absuelto, habiéndose chupado varios años de cárcel por el camino. Sea culpable un acusado o no lo sea, a un juicio se tiene que ir con pruebas gruesas, señores fiscales.