Reveladores datos del suceso que tuvo lugar este pasado martes en sa Coma. El teléfono móvil y los zapatos de Nicolás, el joven que murió de una puñalada en el corazón en sa Coma (Sant Llorenç), aparecieron en la azotea de su edificio, según ha podido saber este periódico de fuentes judiciales. La investigación sigue en curso y el Grupo de Homicidios está tratando de aclarar lo ocurrido.
De momento, la Benemérita no ha llegado a ninguna conclusión y están a la espera de los resultados de la autopsia, que se practicará a lo largo de la mañana. El cuchillo con el que recibió la puñalada mortal apareció a un metro del cadáver. La puñalada le alcanzó de lleno en el corazón, por lo que la muerte parece ser que fue prácticamente instantánea.
Nicolás, el fallecido, se encontraba en la casa de sa Coma con su madre y un hermano y comentó que bajaba a la calle porque había recibido una llamada. Ya nunca volvió a subir. Cayó cerca del portal, en la urbanización formada por tres bloques.
La Guardia Civil ha tomado declaración a decenas de personas, entre la tarde de los hechos y este miércoles por la mañana y, de momento, nadie vio nada extraño. También se ha descartado una información que circula por las redes sociales y que asegura que un Renault Scenic está siendo buscado porque el supuesto autor pudo huir en su interior.
Los agentes están analizando las llamadas del fallecido, para intentar reconstruir sus últimas horas. También se ha tomado declaración a su entorno más próximo, como es habitual en estos casos.
La muerte del joven fue descubierta poco antes de las seis de la tarde, en el edificio Teixos, en la calle del mismo nombre. Un testigo le realizó las técnicas de reanimación mientras un médico del 061 le indicaba por el teléfono móvil cómo debía hacerlo. Finalmente, cuando los médicos de una ambulancia llegaron, no pudieron hacer nada por él.