Las desavenencias familiares fueron el detonante de la situación actual del restaurante, ubicado en el núcleo costero de Cala Millor, en el que, la semana pasada, entró una mujer a pesar de estar precintado y se apropió indebidamente del mobiliario y el equipamiento de cocina. Unos bienes de alto precio que superan los 300.000 euros.
Según fuentes próximas al caso, la familia mantiene una disputa que ha afectado al local en otras ocasiones, ya que se encontraba cerrado desde el año pasado. Al parecer, el reparto de una herencia o la distribución de la misma provocó que el restaurante se quedara sin una de las licencias necesarias para la actividad, por lo que fue precintado por la Policía Local de Son Servera.
El titular del establecimiento dio aviso sobre lo que estaba pasando durante la pasada semana, cuando encontró a la mujer, familiar cercana de la propiedad del establecimiento, en el interior del mismo. Según apunta la investigación, habría entrado aprovechando el precinto policial para ir robando los diferentes útiles de equipamiento.
Por el momento, la mujer no está detenida sino que se encuentra bajo investigación de la Benemérita, que continuará recopilando datos para averiguar qué ha ocurrido exactamente en el restaurante de este núcleo costero de la zona de Llevant.
La costa llorencina i serverina fa poreta, és la conseqüència del monocultiu turístic que importa milers i milers de treballadors no qualificats