Así 'colocaban' los billetes falsos de 20 y 50 euros en Palma

El principal sospechoso adquiría los billetes y repartía los mismos entre su círculo de amigos para que fuesen 'colocados' en locales

La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas por colocar billetes falsos en Palma | Foto: Policía Nacional

TW
0

La clave de la estafa era la elevada calidad de las series de billetes que el principal sospechoso lograba adquirir y que luego otros colaboradores 'colocaban' en locales de Palma, preferiblemente de ocio nocturno. Eran billetes de 20 y 50 euros falsificados en series calificadas por el Banco de España como «peligrosas», por la gran dificultad para identificar la estafa. Pero alguien sospechó y la denuncia ante la Policía Nacional permitió al grupo de Blanqueo de Capitales y Falsificación de Moneda detener a los autores.

Según se desprende de la investigación, el principal sospechoso adquiría los billetes y repartía los mismos entre su círculo de amigos para que fuesen 'colocados' en locales, preferiblemente de ocio nocturno. En el establecimiento donde se recepcionaron los billetes no fueron conscientes del engaño hasta que hicieron el recuento de caja de la noche anterior. Y es que los sospechosos lograban pagar sus consumiciones en el local con los citados billetes fraudulentos, obteniendo al mismo tiempo, además de la ganancia en especie, una ganancia en la devolución del cambio en moneda de curso legal. Posteriormente, el efectivo obtenido se lo entregaban a su principal suministrador.

Los billetes falsos en Mallorca son un fenómeno infrecuente, algo que los investigadores atribuyen a la insularidad. Y es que el método usualmente empleado por las organizaciones dedicadas a 'colocarlos', conocido como 'de goteo', consiste en desplegar personas con fajos de billetes falsificados en una localidad, en la que realizan numerosas compras de productos de pequeño valor, obteniendo como beneficio el dinero real recibido como cambio. Ese proceso, para que los autores puedan evitar la acción policial, implica que los sospechosos se muevan constantemente de ciudad en ciudad, algo problemático en una isla.

Bien es cierto, según la Policía, que últimamente, a través de la redes sociales, se ha detectado un progresivo incremento de este tipo de hechos delictivos y, al ser los billetes intervenidos de gran calidad, no se descarta ningún tipo de procedencia originaria en su fabricación, algo que sigue en proceso de investigación. Se trata no obstante de un delito muy castigado, con penas que van desde los dos hasta los 12 años de prisión dependiendo del papel desempeñado por el autor en el proceso de falsificación e introducción de los billetes.

Esta gravosa penalidad, similar a la prevista en los códigos penales de todos los países del mundo, responde al grave riesgo para el sistema económico que suponen los billetes falsos, pues una introducción masiva de los mismos pondría en jaque la credibilidad del sistema monetario y en el caso de una divisa de referencia como el euro, tendría graves repercusiones para la economía mundial.