La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor calcula que la mujer alemana de 82 años llevaba una semana muerta en su habitación. Los investigadores, junto con agentes del Servicio de Criminalística, llevaron a cabo el pasado martes a mediodía una inspección en el domicilio situado en el número 3 de la calle Roure para reconstruir las últimas horas de vida de la octogenaria, que tenía la salud muy frágil.
Los agentes comprobaron que la calefacción de la habitación estaba a máxima potencia, lo que había favorecido que el cuerpo de la mujer se momificara. El hombre, de 86 años y con problemas mentales, acudió al PAC de Cala Millor a pedir ayuda en alemán: «Mi mujer se ha caído de la cama y no se quiere levantar», dijo. Los servicios sanitarios acudieron a la vivienda y constataron que su esposa llevaba varios días muerta.
El octogenario, que sufre depresión y toma una gran cantidad de medicación, tiene lagunas mentales y no comprendía del todo lo que había ocurrido. Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor creen que la mujer se sentó de lado en la cama envuelta en una manta y se cayó. La víctima, según apuntan las primeras hipótesis, falleció a consecuencia de una enfermedad cardiovascular. Tenía hipertensión arterial y era diabética.
Los vecinos de los apartamentos Green Garden no conocían al matrimonio, que pasaba seis meses en Mallorca y seis en Alemania. Los residentes se vieron sorprendidos por el despliegue de la Guardia Civil, Policía Local y ambulancias el martes pasado.
Pobre señor... qué pena, con 86 años y sin familia...