Los investigadores policiales creen que una mafia gitana dedicada a la extorsión inmobiliaria está detrás de la okupación del apartahotel de Cala Bona. Sin embargo, su intención no era quedarse en las habitaciones tomadas, sino 'subalquilarlas' a un grupo de colombianos, algunos de los cuales estarían en situación ilegal en España.
La cadena, con todo, no acaba aquí, y parece que los latinoamericanos, a su vez, han arrendado algunas habitaciones a magrebíes. También, a pesar de las informaciones iniciales de los propios okupas, parece ser que no hay una gran presencia de menores en el complejo. De hecho, hay dudas de que realmente haya niños.
Si hay menores, la okupación se complica y es muy difícil desalojar a las familias que han entrado ilegalmente en una propiedad. "Esto lo saben las mafias, y utilizan a los niños y niñas sin ningún pudor", indicó una fuente policial.
De igual manera, un mando de la Guardia Civil indicó que han detectado un incremento en los 'profesionales' de la extorsión que cobran de los propietarios para marcharse de la casa tomada: "Cogen el dinero y se marchan en busca de otra víctima. Es todo un negocio".