Desde el pasado 18 de noviembre, la mayoría de las familias con alumnos en el CEIP Gabriel Janer Manila no están tranquilas cuando dejan a sus hijos en el colegio, el motivo no es otro que la presencia del profesor Miguel Roldán, condenado recientemente por acoso a un menor, al que, curiosamente, conoció en el mismo centro en el que se reincorporado; uno de los datos que para los padres hace «incomprensible» su vuelta.
Los padres pusieron el grito en el cielo desde el primer momento pero el profesor, aún aceptando las críticas, decidió mantener su posición en el colegio, algo que ha sacado de quicio al colectivo de progenitores. «Sabemos que está belicoso contra el centro y que no quiere dar ningún paso atrás», explica Joan Andreu Juan, presidente del AFA del CEIP afectado.
La semana pasada se produjo una reunión con la Conselleria d'Educació y según explican los padres «se comprometieron a una serie de cosas, una era poner un profesor adicional e incrementar la inspección en el centro; esto sí lo han hecho, pero también iban a recurrir la sentencia mediante la Abogacía de la Comunidad y eso aún no ha ocurrido y no sabemos nada, hemos tenido ya mucha paciencia pero el plazo para actuar se ha acabado ya».
El núcleo del conflicto es que, ahora mismo, la Conselleria no localiza «vías legales» para solucionar el problema, ya que la sentencia no es firme y el profesor condenado todavía puede recurrir, además de no haber sido, en ningún caso, inhabilitado para ejercer su función. Aún así, los padres no comprenden «como un docente condenado por un delito contra un menor puede ejercer su función profesional con niños», explican los padres en un comunicado.
Asimismo, asegura que el hecho de haber conocido al menor que le denunció en ese mismo centro, «conlleva mayor gravedad. La víctima era de este mismo centro educativo y tenía la misma edad de los alumnos que ahora tiene bajo su responsabilidad», claman los padres. Además critican que la vuelta de Roldán sea «intencionada», ya que se trata de un profesor interino que cubre una baja y elige personalmente su regreso a ese centro.
Desde el AFA se ha iniciado una recogida de firmas en la que ya han participado más del 77% de los padres afectados, para lograr que Miguel Roldán deje de ejercer su función, no sólo en ese centro sino en cualquier otro. Critican a la vez la «falta de respuesta de la Conselleria, era una prioridad absoluta proteger a los menores, es una cuestión delicada y no debía tratarse como un problema administrativo», zanjan en el comunicado.
Los padres aseguran que no cejarán en su lucha y que, si no se encuentra una solución eficaz e inmediata, tomarán medidas más contundentes como acudir al Defensor del Menor o incluso llegar a una huelga y no llevar a sus hijos al colegio hasta que se solucione: «La protección de nuestros hijos no es negociable».