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Agostina Rubini Medina, la incertidumbre de una desaparición

El rastro de la joven, de 24 años de edad, se perdió el miércoles 2 de octubre en pleno centro de Palma

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«Que aparezca, por favor». Ha sido la frase más repetida por sus familiares y amigos desde que el pasado miércoles 2 de octubre, su mundo se paró al perder el rastro de la joven argentina Agostina Rubini Medina, de 24 años de edad; una estudiante de Integración Social con gran sentido artístico que desapareció tras salir a tomar algo con unos amigos en pleno centro de Palma.

Este fin de semana, su desaparición cruzará la terrible barrera de los diez días sin saber qué le pudo ocurrir a la joven; algo que atormenta a todos los que la conocen; en especial, a su familia, que, divididos entre Mar de Plata, lugar del que es originario Agostina, y Mallorca, residencia desde su infancia; siguen con ahínco cualquier tipo de información que se publica al respecto. Una extraña desaparición que se triangula entre las zonas de ocio palmesanas más populares, aunque, tras una semana sin datos, se localiza su última fotografía en la zona del centro histórico de Ciutat, la Plaza España; lugar en el que se organizó una emotiva concentración tras cumplirse una semana sin ella.

El miércoles de autos, Agostina se mensajeó con su madre a través de whatsapp, sobre las 19:00 horas de la tarde. Se encontraba en clase de Integración Social, un curso que había elegido tras estudiar Diseño durante años; una disciplina para la que la joven demuestra tener gran talento y sentido estético, fácil de advertir en sus imágenes publicadas en redes sociales, figuras y dibujos propios.

Al salir de clase, un grupo de amigos decidió salir a tomar algo, por lo que Agostina se unió a ellos. Su intención era elegir alguno de los locales del Paseo Marítimo, zona frecuentada habitualmente por la joven; aunque la fotografía subida en su red de Instagram la tarde-noche de su desaparición desvía la atención hacia otro lugar, el baño del local 100 montaditos de Plaza España, según confirma su entorno. Esa fotografía muestra a Agostina poco antes de su desaparición; por lo que se convierte en una pista clave para iniciar la investigación.

Esta fotografía es vital en la investigación ya que muestra la ropa que portaba Agostina cuando desaparece y uno de los lugares en los que estuvo; la pared del baño de un establecimiento que, según descubrieron a posteriori sus allegados, se encuentra en Plaza España. Se publicó la misma noche y fue compartida por familiares y amigos al día siguiente de la desaparición.

A la fotografía, los agentes suman las declaraciones de los testigos de aquella tarde y las señales de localización de los teléfonos móviles y cámaras de seguridad, para lograr recuperar los pasos de la chica. Todo parecía en orden, incluso la conversación que mantiene con su madre, Ileana, en la que «intercambiamos mensajes totalmente normales, me dijo que se iba a tomar algo, hablamos sobre el tiempo, el frío que hacía, no hubo nada extraño», tal y como ella misma cuenta. Su teléfono móvil dio pistas de mantenerse activo hasta las 22:00 horas de aquella noche, luego se apagó.

Su familia ha realizado un sobrehumano esfuerzo; la incertidumbre, la información que va llegando a cuentagotas por parte de las fuerzas de seguridad, la angustia y el dolor que se siente cuando alguien desaparece, no es fácil para nadie, y menos para los más allegados. Por ello, se han centrado siempre en pedir tres cosas importantes: difusión, respeto y discreción.

Éste es el post más reciente desde el Centro Nacional de Desaparecidos, se publicó el pasado 7 de octubre:

Desde el principio, la familia decidió «difundir su imagen lo máximo posible. Que todo el mundo compartiera su fotografía, en redes, carteles, lo que sea», pedía Eliana nada más hacerse pública la desaparición de su hija y agradecida por la ayuda y apoyo que habían recibido hasta el momento.

La incertidumbre por su falta y el ansía de saber ha complicado el trabajo de la Policía Nacional, que según el testimonio de los padres «nos pidieron que tratáramos de ser discretos con los medios de comunicación aunque tampoco sabemos que es lo mejor en estos momentos. Los agentes nos han dicho que siguen un orden de búsqueda, que todo el equipo se encuentra volcado al 100%, pero es desesperante», describía Ileana.

La máxima preocupación que ha reinado sobre los afectados durante estos días de búsqueda ha sido, sin duda, la calificación de la desaparición como 'inquietante' debido a la vulnerabilidad de Agostina. Una desaparición de ese grado se otorga cuando a la persona la rodea alguna circunstancia personal o externa que pueda dificultar aún más su proceso de localización y el estado en el que pueda ser localizada. «Hablar de los aspectos privados de su vida no ayuda en nada a encontrarla», zanja su madre.

Su madre, Ileana, eligió esta fotografía porque considera que su hija es más reconocible en ella.

Su amistad con Malén

Agostina Rubini Medina y Malén Ortiz Rodríguez eran amigas, aunque sus desapariciones, según confirmó Policía Nacional, no tienen en absoluto nada que ver. Las dos jóvenes desaparecidas, la primera en Palma desde hace diez días y la segunda en Son Ferrer desde hace once años, iban a la misma escuela de primaria del municipio de Calvià y las dos eran de origen argentino. Natalia Rodríguez, la madre de Malén, ha estado ayudando «en todo lo que puedo» a la otra familia, según ha confirmado a Ultima Hora.

«Mi hija Malén era muy amiga de la hermana de Agostina y, como es normal, también tenía vínculos con ella, a pesar de que Malén era un poco mayor», ha explicado la progenitora, que se ha puesto a disposición de la familia argentina.

Según parece, Agostina, que es una joven solidaria y comprometida, acudió a alguna de las manifestaciones y concentraciones que se llevaron a cabo en los primeros meses en Santa Ponça, pidiendo la vuelta de Malén a casa.

El caso de Malén lleva años estancado, a pesar de que su madre sigue luchando para que los investigadores obtengan resultados. La Guardia Civil ha investigado a decenas de personas y ha destinado ímprobos esfuerzos para esclarecer la desaparición de la joven, aunque de momento no hay resultados.

La Policía Nacional, por su parte, está al frente de la búsqueda de Agostina Rubini, que el miércoles día 2 de octubre acudió con normalidad a clase al instituto Josep Maria Llompart, en Palma. Su rutina diaria se rompió aquel miércoles y todavía no se han obtenido respuestas.

Los padres de Agostina se han volcado en la búsqueda y este pasado miércoles se manifestaron en la Plaza de España de Palma, junto a otros familiares y amigos, pidiendo el regreso de la joven y la colaboración ciudadana. Medio centenar de personas se unió a ellos portando carteles, visiblemente emocionados. La movilización se había convocado a través de las redes sociales, lugar que ha servido de fuente de información durante todos estos días de angustia. De hecho, a cierre de esta edición, sorprendían algunos movimientos relacionados con los familiares, ya que se han eliminado muchos de los posts que solicitaban continuar con la difusión. Un gesto que, tras más de una semana y media de desesperación, asusta a la sociedad por su posible porqué. Aún así, la esperanza sobre su localización se mantiene, a pesar de las grietas causadas por el agotamiento emocional de una desaparición que nadie esperaba.

Concentración celebrada tras siete días de la falta de Agostina

Hasta el momento, la información existente sobre Agostina es la siguiente: su nombre completo es Agostina Rubini Medina, hija de Ileana Medina y Mariano Rubini. La familia es de Mar de Plata y vive en la isla desde hace años. Agostina, de 24 años de edad, estudiaba en la isla Diseño hasta que decidió cambiarse a Integración Social, estudios que cursa actualmente en el centro Josep Maria Llompart, situado a unos veinte minutos andando de la zona de ocio a la que acudió el miércoles por la tarde a tomar algo con unos amigos. Según sus padres, su actitud aquel día no tuvo nada de extraño, no hubo discusiones ni alteraciones en ningún ámbito. Los rasgos físicos de la desaparecida son: altura de 1,60 metros, ojos marrones, complexión delgada, pelo castaño oscuro. Iba vestida con unos vaqueros azul celeste, camiseta marrón y camisa de leopardo. Uno de los aspectos que más la identifica, es un tatuaje en la espalda.

Desde la familia han pedido que todo aquel que pudiera tener información sobre su paradero, se ponga en contacto con el 112, Policía Nacional (091) o con la Asociación SOS Desaparecidos (649952957/644712806 o por correo: info@sosdesaparecidos.es).

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