El joven argelino acusado de atacar con una navaja a un hombre que llevaba a su nieto en brazos el pasado 10 de abril se desvinculó del suceso en el juicio celebrado este jueves en una sala de lo Penal de Palma. «Yo no estaba en aquel sitio, no hice nada ese día», explicó a la jueza. La víctima, que le reconoció en la sala, relató el desagradable episodio vivido. ««Si no llego a poner el brazo delante la puñalada hubiera alcanzado al niño», dijo. La Fiscalía solicita para el procesado, que está en prisión, cuatro años y medio de cárcel.
Los hechos ocurrieron sobre las siete de la mañana en la calle Josep Zaforteza i Musoles, en es Rafal. El acusado, un argelino en situación irregular, rajó con una navaja la capota de un coche aparcado y robó del interior una bandolera en la que había 1.000 euros y unas gafas de sol. El dueño del vehículo sorprendió al ladrón. Llevaba a su nieto de dos años en brazos, al que iba a llevar a la guardería, e increpó al delincuente. «De repente sacó del bolsillo una navaja y se vino hacia mí», subrayó el perjudicado.
Poco después el enjuiciado le dio al varón un golpe con el arma blanca en el brazo, provocándole un corte en la cazadora. Acto seguido huyó a la carrera. El abuelo acudió a avisar a su hijo, que se encontraba en casa. Y ambos cogieron el coche y fueron, tras las indicaciones de unos indigentes que se encontraban en parque cercano, en busca del magrebí. Lo localizaron en la calle Aragón y consiguieron retenerlo, no sin forcejear con él, hasta la llegada de la Policía Nacional.
La víctima aprovechó su declaración para recordar a la jueza que desde que está el acusado en prisión «se acabaron los robos que había por la zona». El procesado, que se enfrenta a cuatro años y medio de prisión por robo con violencia y lesiones, insistió en todo momento en que él no es quien atacó al hombre. El juicio quedó visto para sentencia.