James Cutfield se estaría recuperando en su casa de Mallorca, según fuentes de su entorno a las que ha tenido acceso este periódico, mientras un equipo de juristas, liderado por Aldo Mordiglia, trabaja en su defensa. El capitán habría llegado a la Isla, donde reside con su familia, la noche del martes a bordo de un jet privado. A pesar de que la Justicia italiana le ha retirado el pasaporte, Cutfield dispone de una fotocopia compulsada que le permite libertad de movimientos.
El neozelandés es sospechoso de homicidio culposo múltiple y naufragio culposo, se fue este jueves hacia Mallorca, isla española en la que es residente junto a su familia, mientras el proceso judicial por el trágico accidente en el que murieron siete personas y otras 15 lograron sobrevivir, prosigue en Italia para examinar sus responsabilidades como capitán del velero naufragado.
Según informas medios italianos, Cutfield está abatido por la tragedia, por las acusaciones que enfrenta tras el hundimiento del 'Bayesian' en las aguas cercanas a Palermo y habría vuelto a la Isla a recuperarse de las heridas y contusiones sufridas. El capitán repite constantemente que no abandonó a nadie y que hizo todo lo posible por salvar tanto a su tripulación como a los pasajeros a bordo. También asegura que llegó un momento en que el agua había invadido todo el barco, haciendo imposible el acceso al interior de la embarcación que se hundía rápidamente.
Según la prensa, junto a Cutfield también partió Tim Parker Eaton, oficial de máquinas del barco imputado de los mismos cargos que el capitán. El tercer sospechoso en la investigación, el marinero francés Matthew Griffiths -quién estaba de guardia durante la noche de la tormenta en que hubo el naufragio- también llegó a Francia. Dos de las azafatas del yate -las cuales no han sido consideradas sospechosas de ningún delito- se fueron este jueves a Turquía, mientras que otros dos trabajadores se fueron el miércoles del país, según la agencia oficial de noticias italiana Ansa.