La tecnología avanza y los ciberdelincuentes se ven obligados a actualizar sus métodos delictivos. El pasado 2 de agosto, una vecina de Palma, recibió una llamada de una persona que se hacía pasar por responsable de su entidad bancaria. Le dijo que había detectado varias operaciones inusuales en su cuenta y que debía verificar si éstas habían sido autorizadas por la titular: «En ese momento no sospeché nada porque me llamaron desde el número de teléfono de mi banco».
En la conversación que entabló la perjudicada con el estafador le comunicó que se habían extraído un total de 7.500 euros desde su aplicación del banco: «Cuando me dijo eso entré en pánico porque era todo el dinero que tenía».
A continuación, la persona que estaba al otro lado de teléfono trató de tranquilizar a la mujer y le hizo llegar un mensaje de texto con un enlace adjunto. Le pidió que accediera para darle autorización a su perfil de la APP: «Cuando entré en el link tomó el control por completo e hizo varios bizum y transferencias», aseguró la perjudicada.
En concreto, el usurpador realizó tres bizum por valor de 500 euros y dos transferencias; una de 2.000 euros y otra de 4.000. «Los bizum fueron enviados a una cuenta con sede en Barcelona, mientras que las transferencias se fueron directamente a Latinoamérica. No tengo claro si llegaron a Lima o a Perú», añadió la denunciante.
Al percatarse de que había sido víctima de una estafa contactó con el personal de la oficina de su banco en Palma y les expuso lo ocurrido. «La única solución que me dieron fue que interpusiera una denuncia en la Policía Nacional y que ellos solicitarían a los beneficiarios de las operaciones que devolvieran el dinero que habían recibido, pero que ellos no me lo darían, ya que no disponen de ningún tipo de seguro para este caso».
A día de hoy, la estafada no ha recibido respuesta alguna. «Lo único que puedo hacer es contratar un abogado por mi cuenta y ver qué puedo hacer. «Es una vergüenza que un banco no responda a una estafa de este tipo. Estoy muy afectada y mi situación económica no me permite llegar a fin de mes. Me he visto obligada a tener que solicitar un préstamo preconcedido para hacer frente a los pagos de las diferentes facturas», concluye. El caso está siendo investigado por agentes de la Policía Nacional.