Es una ‘superviviente', una víctima de abusos sexuales infantiles que ha superado todos los tabúes, propios y ajenos, para luchar en nombre de todos los ‘supervivientes' que no se sienten con fuerzas para levantar la voz. Lo ha hecho estos días en Zagreb, Croacia; durante un evento internacional que versa sobre el abuso infantil en el mundo digital. Patricia conoce mejor que nadie la realidad y la explica de una forma única, honesta y directa; tanto, que incluso puede dañar la sensibilidad de quien no podría aceptar nunca que su madre o su hermano sean los agresores de su propio hijo. O los cómplices o encubridores. Pero ésa es la verdad. Ahora, con internet, los pederastas han encontrado un filón para seguir abusando con el aparente beneplácito de una sociedad que optó por silenciar los testimonios creyendo que así reducía el sufrimiento. «Ha llegado el momento de ser valientes», dice Patricia.
¿Por qué Zagreb como sede de este evento contra el abuso sexual infantil?
Croacia tiene un programa de prevención de asaltos infantiles muy asentado. Llevan muchos años trabajando y lo hacen de una forma muy específica. Educan sobre el abuso desde la guardería hasta el instituto y también a niños con necesidades especiales; desde identificar las partes de su cuerpo hasta realizar un ‘role play' simulando una situación de abuso.
¿Y representar un posible abuso no puede ser negativo para los niños?
En ningún caso. Lo tratan con mucho conocimiento y respeto. Por ejemplo, un niño hace de un familiar adulto y otro niño de él mismo, el que hace de pariente le pide un beso al pequeño y el niño se siente incómodo; luego le pone una mano por encima de la rodilla, en el muslo; y justo en ese momento, lo paran. Llegar hasta ahí les permite tener una conversación, viven esas situaciones para poder hablar de si se sienten incómodos respecto a los mayores. Es un programa muy bueno formando también a profesionales pero fíjate que curioso, sólo el 20% decide seguir con el programa porque encuentran resistencias tanto en ellos mismos como en las escuelas y sobre todo en los padres.
¿Quieres decir que les cuesta llevar a cabo esas actividades preventivas porque padres y colegios prefieren no hablarles del tema directamente?
Es que no es nada fácil, aunque eso tiene que cambiar ya. Te lo explico con una comparación. Nos encanta llevar a nuestros hijos a natación pero no les llevaríamos a una clase de ‘como no morirte ahogado en el agua'; es porque vemos una connotación negativa, todavía no hemos encontrado la forma de enseñar la importancia de la prevención del abuso sexual infantil, evitar que suceda.
Y mira que las estadísticas dicen que una de cada cinco personas ha pasado por abusos en su infancia…
Lo han sufrido muchos más. Lo sabemos por la cantidad de adultos que conocemos y que comparten hoy su historia. Es que tenemos que dejar de pensar que el amor y la amistad son garantía de que esas personas no vayan a abusar de tus hijos, sea un profesional que trabaja con ellos, un familiar, un monitor; nada garantiza que no vayan a buscar a tus hijos, lo que realmente ayudará es que haya una conciencia global y se forme a las familias, a los niños y a los colegios. Hay que conseguir que los supervivientes se sientan seguros, imagina si todos los que hemos pasado por un abuso infantil nos sintiéramos seguros; en España hay ocho millones de supervivientes y casi nadie se atreve a hablar. Es el momento de ser valientes para construir una sociedad en la que no haya que ser valiente para poder hablar y sobre todo que la gente quiera escuchar.
¿Qué cosas no queremos ni escuchar ni oír?
A veces es muy duro escuchar que alguien te diga: tu hermano ha abusado de mí o tu padre me ha agredido sexualmente; es difícil porque tienes una relación con esa persona, una relación de amor, de amistad pero no conoces su parte de agresor.
Patricia sufrió abusos por parte de un hombre y una mujer; tardó mucho en aceptar lo que le había ocurrido y le costó llamar a las cosas por su nombre; pero sobre todo, sufrió mucho al oír las frases desacertadas que otros familiares y amigos volcaron sobre ella. «Si llegaste a sentir placer, no es un abuso» o «puede que lo que te haya hecho sea malo pero ¿por eso vas a destrozarle la vida» son algunos ejemplos de la reacción mermada y aterrorizada que provoca en muchos adultos hablar del abuso infantil. Para vencerla, Patricia escribió 'Frases que nunca deberías decir ante un abuso sexual' que presentó este viernes en Palma. Para ella, ha sido una especia de terapia y de desahogo, pero a la vez, un estandarte de su activismo. Gracias a su esfuerzo, ha logrado reunirse en el Parlamento Europeo con algunos diputados (diputadas, tal y como aclara ella misma) y colaborar con la Europol en un informe GRACE en el que se pretendía humanizar con su testimonio la frialdad habitual de esos estudios. Hay avances pero queda mucho trabajo y mucho cambio por hacer, de ahí la preocupación por las redes. Internet lo ha catapultado todo.
¿Qué han supuesto las redes en el abuso sexual infantil?
Lo ha magnificado todo. Antes, los pederastas eran de tu entorno, vivían cerca de tu colegio, un familiar cercano; eran los que había alrededor; ahora, a través de internet, los pederastas tienen acceso a niños de todo el mundo. Hay redes de pederastas, foros de pederastas, tienen un sistema de puntos para subir escalafones.
¿A qué te refieres con un sistema de puntos?
Por ejemplo, si suben cien fotos de niños, les dan cien puntos y con ellos pueden acceder a otros contenidos. Para cumplirlo, los pederastas buscan en redes sociales; no hace falta que el niño esté completamente desnudo y acaban cogiendo muchas fotografías que han subido los propios padres. Luego se intercambian material e incluso lo solicitan a los ‘perpetradores', les piden que abusen de niños, lo graben y lo suban.
Es fácil atragantarse durante esta entrevista, Patricia…
Sí. En el libro, por ejemplo, hubo un capítulo que me costó muchísimo escribir, se llama ‘Orgasmos preadolescentes' y habla sobre un ‘estudio' que realizó un americano, Alfred Kinsey, él y su equipo abusaron de 317 niños y contabilizaron los orgasmos que podían tener en 24 horas. Hay incluso una tabla que indica datos como: un bebé de cinco meses puede tener tres orgasmos, uno de once meses diez orgasmos en una hora y un niño de cuatro años veintiséis orgasmos en veinticuatro horas. Y todavía hay quien utiliza eso de que a los niños les gusta. La situación es grave y la prevención, la concienciación y la educación es la única salida. Puede parecer mentira pero hay manuales para pederastas de más de 150 páginas en los que se explica paso a paso cómo abusar de un niño. Y es legal, o al menos hasta que se apruebe la nueva directiva europea que espero que cambie muchas cosas.
¿Pero cómo puede ser legal un manual así?
Se está trabajando en ello. La organización Child Rescue Coalition publicó un índice de esos manuales y te encuentras cosas como: ¿Cómo encontrar un niño? Ten tus propios hijos para tener acceso. Es increíble pero es verdad. Se están dando pasos. Hay muchas enmiendas a la nueva ley pero es para que sea lo más eficaz posible. La concienciación global es imprescindible. Hablar, compartir, confiar.
¿La información va a darle poder y autonomía a un niño frente a su abusador?
Sí, sin duda; pero más poder y autonomía tendrá si va acompañado de unos padres que al llegar al colegio explican lo que le han enseñado a su hijo, sea autonomía corporal, el consentimiento, el tener conversaciones sanas con ellos; si se tiene esa conversación con todos los profesores y monitores del centro a lo mejor ya ni hará falta que el niño tenga que decir que no. De hecho, si lo piensas bien, si el niño es el que tiene que decir ‘NO' ya hemos fallado en algo. Tenemos que cambiar la mentalidad.
Patricia, como superviviente, trata de ayudar a otras víctimas a través de su propio método, ha creado ‘LABOR', un programa de doce semanas que tiene como objetivo formar a los padres en diferentes aspectos como el lenguaje de los más ‘peques', lo que es apropiado y lo que no, los límites, la red de apoyo o reconocer y responder a un posible abuso. Habló del programa en su reciente ponencia en Croacia, en la que ha participado en representación de Brave Movement, una entidad fundada por supervivientes que trabaja por y para ellos en puntos tan importantes como su protección legal; más aún con las nuevas tecnologías a la orden del día. «Hacer leyes para niños y supervivientes sin contar con ellos, es una tontería», explica muy acertadamente. «Hay que elevar y empoderar sus voces, que haya oportunidades para poder aportar nuestra visión, para contar nuestra historia y que no se utilice por el morbo; yo soy una superviviente pero soy muchas cosas más», nos cuenta emocionada. Necesita incluso una pausa cuando se pone a pensar en el evento del que acaba de volver, le cae una lágrima; «son momentos muy emotivos. Estás ahí luchando por personas que sabes que son millones, es una responsabilidad muy grande, quieres dar lo máximo de ti, dar todo lo que puedes. Prevenir es fundamental, que no le pase a más gente, por favor», finaliza.
Patricia organiza un taller gratuito de prevención del abuso sexual el próximo miércoles 22 de mayo en Instagram. Nos quiere hacer partícipes y desde el diario queremos apoyar su propuesta por lo que si recibe en su cuenta @The_Patricia_Cardona un mensaje con la palabra 'TallerUH' recibiréis las claves de Zoom para poder participar en el taller y cambiar un poquito el mundo, como hace ella.