A la agente de la Policía Local de Calvià Maria José todo el mundo la conoce como ‘Mariajo'. Esta semana, al cumplir la edad de jubilación y tras 38 años en el cuerpo, le llegó el momento de decir adiós, quitarse el uniforme y despedirse de los que fueron sus compañeros de viaje durante todos estos años.
En su último servicio llegó a bordo de un coche patrulla con las sirenas activadas y accedió al interior del patio del cuartel de Son Bugadelles. No fue un día más. Allí le esperaban unos 80 policías, mandos, familiares y amigos. Una formación policial fue la encargada de abrir un pasillo y rendir honores a ‘Mariajo'. Ella, entre lágrimas, emocionada y con un gran sentimiento de agradecimiento, saludó a todos los presentes y, uno por uno, fue dándoles un abrazo y un beso. Acto seguido, le entregaron un ramo de flores y sus compañeros la despidieron con una fortísima ovación. «Se marcha una buena mujer, una gran profesional que ha servido al cuerpo de la Policía Local de Calvià con simpatía y positividad. Buena compañera y todo un referente para futuras generaciones», recordaban los más veteranos.
Del mismo modo, ‘Mariajo' también recibió un nuevo baño de masas en el colegio de Bendinat, donde durante años ejerció de policía tutor. Cabe recordar que hace 38 años, María José accedió a la Policía Local en unos tiempos donde la presencia de las mujeres en los cuerpos policiales era prácticamente residual. Poco a poco fue ganándose el respecto de sus compañeros, de sus mandos, políticos y lo más importante, de sus ciudadanos. El momento de su adiós fue una demostración más del trabajo bien hecho y de la gran calidad humana de una mujer policía que fue pionera en su tiempo y que deja un legado y una hoja de servicio impecable. El acto, fue organizado exclusivamente por sus compañeros y, sólo al final, también se sumaron los políticos y el resto de funcionarios municipales para agradecerle su dedicación y entrega con el pueblo de Calvià.