Testigo sorpresa. El antiguo encargado del Table Dance de Platja de Palma señaló a su antiguo jefe, el empresario Miguel Pascual, de recompensar con consumiciones al único funcionario municipal acusado en el juicio que se centra en la Policía Local. «Iba bastante. Solucionó un problema con la licencia y se lo agradecía», dijo el testigo. Sin embargo, las enormes dificultades del antiguo encargado para fijar el marco temporal de los hechos matizan sus acusaciones.
Al final, admitió a las defensas que eso fue antes de 2003, cuando la Fiscalía acusa por hechos ocurridos entre 2007 y 2015. También aludió a invitaciones a policías pero en el mismo nivel que otros clientes y por iniciativa suya, no del empresario.
También compareció ayer uno de los agentes de la Guardia Civil encargado de la investigación, que sirvió para que el fiscal introdujera los reconocimientos fotográficos que apuntaban a varios de los acusados. El agente insistió en que siempre se investigó a personas concretas y no a un colectivo y que reunieron múltiples indicios de que determinados agentes beneficiaban por sistema a Pascual.
Menos aportaron varios agentes de la policía local que, de nuevo apuntaron a presiones del fiscal Subirán durante la instrucción para que inculparan a otros compañeros. Por su parte, el encargado del Bierköning negó que tuviera el móvil de los agentes y que les llamara para pedir ayuda.
Dos de los testigos citados por el fiscal no han comparecido en el juicio. Uno no ha sido localizado y el otro ha fallecido. A partir de ahora se llevará a cabo la prueba de las defensas.