La Policía Local de sa Pobla, en colaboración con la Guardia Civil, detuvieron el pasado lunes por la tarde a un joven que estaba circulando de manera temeraria por el interior del municipio y se negó a someterse a la prueba de alcoholemia.
El varón provocó grandes desperfectos en el mobiliario urbano. En la rotonda del Pagés, la glorieta de entrada al municipio desde Can Picafort, el coche se llevó por delante una farola y golpeó contra la pared de las oficinas de una aseguradora. Una vez detenido por parte de los funcionarios policiales, el varón se negó a someterse al control de alcoholemia.
Tras el arresto, los hechos actuales están tipificados en el Código Penal con penas de 2 a 5 años de prisión, multa de 12 a 24 meses y revocación del permiso de conducir de 6 a 10 años.