La Guardia Civil investiga si la violación en alta mar por parte de un animador a una turista británica en un crucero fue grabada por el hombre con su teléfono móvil. Los agentes, tras recibir el visto bueno de la autoridad judicial, se quedaron el terminal del presunto agresor sexual después de quedar este en libertad. Según fuentes judiciales, en las próximas horas, un equipo especializado analizará el terminal para buscar pruebas de lo supuestamente ocurrido.
Los hechos denunciadas por la mujer, de 33 años, habrían tenido lugar en el interior del barco el pasado viernes después de que ella y el varón, nacido en Kenia y de 26 años de edad, hubiesen estado bailando toda la noche. Ambos se habían conocido en el interior de la nave y habían congeniado. En un momento dado, esa misma madrugada, el trabajador la forzó a mantener relaciones sexuales.
Tiempo después la mujer, en estado de shock, puso en conocimiento de los mandos de la tripulación lo que había ocurrido con uno de los trabajadores, que a su vez avisaron al capitán. Este avisó a la Guardia Civil de lo acaecido e indicó a los funcionarios la hora aproximada en la pisarían suelo mallorquín procedentes de Nápoles. Nada más hacer parada en la capital balear, donde los pasajeros iban a estar unos días, agentes del Instituto Armado procedieron al arresto del sospechoso, un miembro del equipo de animación del crucero. Al mismo tiempo la presunta víctima fue trasladada hasta un centro hospitalario para someterse a un examen ginecológico.
Por otro lado, el juzgado de Palma está a la espera de saber qué tipo de competencia tiene sobre lo sucedido ya que los hechos ocurrieron en aguas internacionales.