La Guardia Civil detuvo el pasado viernes en Palma al tripulante de un crucero, que trabajaba como animador, acusado de violar a una turista británica a bordo del buque. Los agentes de la Benemérita esperaban en el puerto tras recibir el aviso del equipo de seguridad del barco. Tras negarse a declarar este domingo, el juzgado de Instrucción número 2 puso al sospechoso en libertad.
Los hechos denunciadas por la mujer, de unos 30 años, habrían tenido lugar en el interior del barco después de que ella y el varón, nacido en Kenia y de 26 años de edad, hubiesen estado bailando toda la noche. En un momento dado el trabajador la forzó a mantener relaciones sexuales. Tiempo después la mujer, en estado de shock, avisó al capitán del buque, que a su vez puso en conocimiento de la Guardia Civil lo acaecido.
Nada más hacer parada en la capital balear, donde los pasajeros iban a estar unos días, agentes del Instituto Armado procedieron a última hora del viernes al arresto del sospechoso, un miembro del equipo de animación del crucero. Horas más tarde, este domingo, el varón se acogió a su derecho a no declarar ante la autoridad judicial, quien ordenó su puesta en libertad. Los investigadores, con el visto bueno del juzgado, se quedaron el teléfono móvil del presunto agresor sexual para realizar un volcado.