Endesa ha detectado 671 casos de fraude eléctrico en la red de distribución de Baleares en 2023, 13 de éstos relacionados con plantaciones de marihuana. En una nota de prensa, Endesa ha informado que ha detectado 671 casos de fraude eléctrico en la red de distribución de Baleares, con más de 6.641.500 kilovatios hora (kWh) defraudados durante el 2023. Y, de éstos, 13 están relacionados con plantaciones de marihuana, con un total de 546.444 kWh de energía defraudada en las Islas.
Por municipios destacan Palma con 280 expedientes de fraude con 2.804.996 kWh de energía defraudada, de los que siete son expedientes vinculados a plantaciones de marihuana; Llucmajor, con 52 expedientes de fraude, e Inca, con 29; en el caso de Mallorca. En Ibiza, los municipios de Sant Antoni de Portmany y Santa Eulària des Riu, con 16 casos cada uno. En Menorca destaca el municipio de Ciutadella, con siete casos, y Maó y Es Castell, con cinco casos de fraude.
El fraude eléctrico en España se ha incrementado de manera relevante a lo largo de los últimos años hasta convertirse en un problema grave con especial incidencia en algunas zonas del país. Los últimos cinco años, los casos de manipulación de instalaciones eléctricas detectados por Endesa han aumentado un 35% y los vinculados a plantaciones de marihuana casi un 70%.
Solo el último año, e-distribución, la filial de redes de Endesa, desmanteló cerca de 150 fraudes al día, una práctica que supone una amenaza grave para la seguridad de las personas y genera perjuicios importantes para el conjunto de la sociedad. Las estimaciones indican que el fraude eléctrico cuesta al conjunto de los consumidores españoles más de 2.000 millones el año, el equivalente a 69 euros al año por cada punto de suministro.
«La manipulación de las instalaciones eléctricas nos afecta a todos. Supone un riesgo físico que puede provocar incluso la muerte de los implicados o de terceros que no tienen nada que ver con esta práctica ilegal, afecta a la calidad del suministro y cuesta dinero a todos los consumidores», ha señalado el director general de Redes de Endesa, José Manuel Revuelta.
Los cinco últimos años los casos de fraude de todo tipo detectados por e-distribución han aumentado un 35%, desde los 39.300 expedientes de 2019 a los cerca de 53.300 contabilizados en 2023. La energía recuperada vinculada a estos expedientes se ha disparado un 58% hasta lograr los 662 gigavatios hora (GWh), cifra equivalente al consumo de 190.000 hogares.
Plantaciones de marihuana y grandes consumos vinculados a la actividad industrial y los negocios acapararon el 74% de la energía defraudada detectada durante el último ejercicio por la filial de Endesa. La otra cuarta parte correspondió al sector residencial, pese a que es destacable que solo el 2% se localizó en las viviendas con un consumo más bajo, con una potencia contratada inferior a los tres kilovatios (kW).
Plantaciones de marihuana
Por el contrario, las instalaciones para cultivar marihuana en el interior de edificios, las conocidas como plantaciones indoor, concentran ya el 37% de la energía recuperada en los fraudes detectados por Endesa, casi diez puntos más que hace un año.
Los expedientes por enganches ilegales en la red eléctrica vinculados a plantaciones de cannabis en aquellas zonas donde opera e-distribución han aumentado cerca de un 70% durante los cinco últimos años, y la energía recuperada en estos expedientes se ha incrementado un 83% en el mismo periodo. Cada día del año 2023, los técnicos de e-distribución desconectaron de la red una media de siete plantaciones de marihuana.
Cada plantación consume, de media, como 80 viviendas, y, por eso, el impacto de estas instalaciones fraudulentas en las pérdidas del sistema eléctrico y en el deterioro de la calidad del suministro en zonas con un porcentaje de fraude elevado es evidente.
Se estima que las plantaciones de marihuana consumen en España cerca de 2,2 teravatios hora (TWh) de electricidad, equivaliendo al consumo de Sevilla en un año. En algunas zonas, acaparan hasta el 80% del consumo eléctrico y los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan mediante conexiones ilegales que causan daños graves en la red eléctrica. Generan sobrecargas que activan las protecciones de los centros de transformación provocando interrupciones de suministro que afectan a todos los vecinos de la zona y, en casos extremos, llegan a originar incendios en líneas subterráneas o incluso en centros de transformación acabados de instalar. Durante el último año, se incendiaron 14 centros de transformación solo en Sevilla y Granada por sobrecargas derivadas del fraude.
La proliferación de estas instalaciones ilegales controladas por «verdaderas organizaciones transnacionales con una potente actividad policriminal», según los datos del Ministerio del Interior, supone, además, un riesgo para la actuación de los inspectores y técnicos de e-distribución, que tienen que actuar encapuchados para evitar ser identificados y con acompañamiento policial. El último año, Endesa ha participado en cerca de 2.400 operaciones de las fuerzas de seguridad para desmantelar cultivos indoor, una colaboración que se refuerza con el intercambio continuo de datos y se extiende a otros expedientes de manipulaciones en la red, puesto que en seis de cada diez casos es necesaria su colaboración para cortar los suministros fraudulentos.
Inspecciones y tecnología
La inteligencia artificial y las nuevas tecnologías se han convertido en herramientas esenciales para combatir un fraude cada vez más profesionalizado, y en el que hay una alta tasa de reincidencia, en un contexto de percepción de escaso riesgo económico y de una legislación más laxa que en otros países del entorno.
En España, la defraudación de fluido eléctrico está tipificada como un delito leve con pena de multa a diferencia de países como Francia, Alemania, Portugal o Italia, donde se considera un delito grave que puede implicar pena de prisión.
Para combatir este problema que afecta el conjunto de los ciudadanos, e-distribución realizó el último año cerca de 400.000 inspecciones y tiene previsto efectuar 1,5 millones de inspecciones en el periodo 2024-2026.
La colaboración ciudadana también resulta crucial para luchar contra este delito. Los ciudadanos pueden informar de manera anónima su compañía distribuidora si sospechan que se está cometiendo fraude en su entorno. Los clientes en el área de distribución de Endesa pueden escribir a la dirección electrónica anomalias@enel.com, llamar al teléfono gratuito 800760220 o rellenar un formulario en la web de edistribucion.com. En 2023, a través de estas vías se registraron 55.000 denuncias que permitieron hacer 21.260 inspecciones en la red.
Endesa ha reiterado finalmente su disposición a colaborar con administraciones, instituciones y fuerzas de seguridad para buscar soluciones a este problema que supone un peligro grave para las personas y para la red eléctrica, es origen de electrocuciones e incendios, afecta la calidad del suministro y tiene un coste elevado para el conjunto de la sociedad.