Un episodio de violencia de género estuvo a punto de acabar en tragedia. Hace unos días, la central de emergencias del 092 recibió dos llamadas procedentes del mismo domicilio. Ambos requirentes manifestaban haber sido agredidos por el otro. Se trata de una pareja de nacionalidad colombiana.
A la llegada de las primeras unidades policiales, los funcionarios pudieron comprobar que el varón, de 36 años, presentaba hinchazón en uno de sus párpados, aduciendo que la lesión se la había producido su expareja. Por otra parte, la mujer manifestó haber sido agarrada del cabello, zarandeada y tirada al suelo. Se quejaba de un fuerte dolor en la frente y piernas, según su versión de los hechos, por la agresión que su exnovio le había propinado.
Valoradas ambas versiones, los agentes determinaron la detención de ambos. Él como presunto autor de un delito de violencia de género y ella, como presunta autora de un delito de violencia doméstica. En el momento de proceder al arresto del varón, éste se resistió intentando arrebatarle la pistola a uno de los policías. Afortunadamente, la rápida actuación y la destreza de los agentes consiguieron evitar que le quitaran el arma de fuego y proceder a su detención. Consecuencia del forcejeo, dos policías resultaron lesionados levemente y tuvieron que ser asistidos en un centro médico. Al acusado se le imputa un delito de violencia de género y otro de atentado contra agentes de la autoridad.