«Estaba tranquilamente durmiendo en casa cuando, de repente, una mujer que me conoce desde hace años y que vive en Moscari, me llamó por teléfono. Extrañado, especialmente por las horas, le pregunté el motivo de la llamada. Ella, me dijo, ‘Miquel, ¿quién se ha muerto? ¿Es un vecino de mi calle que he visto la furgoneta aparcada en frente de mi casa?». Así comenzó todo. Miquel Molondro, propietario de la empresa fúnebre de sa Pobla, relata cómo se enteró de la sustracción de uno de sus vehículos de transporte de difuntos.
«No daba crédito a lo que me estaba contando la mujer. Le dije que nosotros no teníamos ningún servicio activo y que las furgonetas estaban todas en el garaje. No obstante, para asegurarme le pedí que me facilitara la matrícula. En cuanto me la dijo, nos fuimos directamente al garaje y descubrimos que nos habían robado», relata del propietario.
Todo apunta a que los ladrones consiguieron reventar la puerta de acceso al garaje y, tras registrar las instalaciones y revolverlo todo, consiguieron hacerse con las llaves del vehículo. Una vez en su poder, abrieron la barrera y salieron apresuradamente. Al tratarse de una empresa fúnebre que realiza servicios de urgencia de recogida de cadáveres a nadie -vecinos- le resultó extraño ver o escuchar salir una furgoneta de la cochería.
«Junto a mi hijo nos levantamos y acudimos a interponer una denuncia ante la Guardia Civil. Junto a los agentes de la Benemérita, acudimos a la calle indicada de Moscari, pero ya no estaba el vehículo. A partir de ese momento y, hasta más o menos las cinco de la madrugada, estuvimos dando vueltas por todos los pueblos a ver si nos encontrábamos la furgoneta. Pero no apareció», señala Molondro.
Durante esas últimas horas, desde las cuentas de Instagram y Facebook de la funeraria y también en las personales, se colgó un aviso alertando del robo. Sobre las siete de la mañana, un vecino de sa Pobla, llamó por teléfono a Miquel y le dijo que su furgoneta estaba estacionada en una calle próxima a una conocida tienda de cocinas y un Expert.
Al llegar, el propietario se encontró la furgoneta con el interior revuelto. Acto seguido, comunicó los hechos a la Guardia Civil. «Otro vecino me dijo que sobre las cuatro había visto la furgoneta saltarse varias señales a toda velocidad. Corría más que las ambulancias», concluye Miquel.
En el pueblo la noticia fue durante toda la jornada de ayer la comidilla de los vecinos. «Sólo pueden ser dos cosas. O unos jóvenes gamberros que la cogieron para poder ir de fiesta o quedar con sus amigotes en otros pueblos o, la más probable, alguien que quisiera satisfacer algún fetichismo oculto. Hay de todo hoy en día, que mi hija me lo enseña todo por TikTok», comenta Rafel, un vecino del municipio sorprendido por la noticia. La investigación sigue abierta y no se descarta que la Guardia Civil practique detenciones por esta sustracción en los próximos días.