Un vigilante de seguridad destinado en el centro de internamiento de Es Pinaret de Palma logró salvar la vida de un menor -de unos 13 o 14 años- que de forma accidental se tragó el tapón de un bolígrafo. En torno a las diez de la mañana del pasado martes, dos profesionales de la seguridad privada estaban en la zona de pistas deportivas del recinto cuando escucharon gritar a varias educadoras solicitando ayuda. Rápidamente, los dos vigilantes acudieron al aula donde se encontraron a uno de los internos que no podía respirar al tener las vías respiratorias obstruidas y cuyo rostro empezaba a tomar un tono morado.
Maniobra Heimlich
Unos de los actuantes cogió al adolescente y le abrazó por la espalda y por debajo de sus brazos. A continuación puso una de sus manos en puño cerrado cuatro dedos encima de su ombligo y con su otra mano sobre el puño realizó presión sobre el abdomen del chico. Tras realizar hasta en cinco ocasiones la maniobra Heimlich, el menor cambió de color y comenzó a respirar con serias dificultades.
Acto seguido, al ver que ya se encontraba algo mejor sentaron en posición de defensa al adolescente y trataron de tranquilizarlo dado que el mismo presentaba un alto grado de nerviosismo y alteración. En principio, todo apunta a que se eliminó la obstrucción de las vías respiratorias porque el chico acabó tragándose el tapón del bolígrafo. En ese instante, llegaron hasta la sala donde se encontraba el paciente el personal de enfermería del centro y, unos minutos más tarde, una ambulancia medicalizada del Servei d'Atenció Mèdica Urgent (SAMU-061). El facultativo desplazado consiguió estabilizar al paciente. Con suma celeridad el interno fue trasladado hasta el hospital de Son Espases.
Según fuentes próximas al caso, el chico se encontraba en el aula del centro de internamiento de Es Pinaret junto a unos compañeros y tutelados por una educadora cuando se tragó por accidente el tapón de un bolígrafo. La rápida actuación de los vigilantes fue determinante para salvar la vida del menor. El personal sanitario desplazado hasta el lugar felicitó a los vigilantes por su actuación y preparación en primero auxilios. El joven interno, horas más tarde, fue dado de alta.