Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como 'El Pequeño Nicolás', declaró la semana pasada en una comisaría por un presunto carné de conducir falso que tendría en su poder y que se investiga en Granada en el marco de una causa por un ciberataque a la Dirección General de Tráfico (DGT) presuntamente perpetrado por el 'hacker' José Luis Huertas, alias 'Alcasec', investigado en otro procedimiento en la Audiencia Nacional por el ciberataque en 2022 a la red de telecomunicaciones que conecta los órganos judiciales con otras instituciones del Estado.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes jurídicas que precisan que Gómez Iglesias se acogió en sede policial a su derecho a no declarar y que actualmente se encuentra en libertad. Fuentes del entorno de 'El Pequeño Nicolás' apuntan que éste denunció «informalmente» los hechos hace unos meses, cuando se enteró de que le habían sacado el carné «sin su consentimiento». Las mismas fuentes aseguran que el joven no llegó a utilizar dicho permiso y recuerdan que no sabe conducir.
Cabe recordar que Gómez Iglesias ya fue condenado en cuatro ocasiones y absuelto en una. En un caso, la Audiencia Provincial de Madrid le condenó a 1 año y 9 meses de prisión por falsificar un DNI para que un amigo le hiciera el examen de la Selectividad de 2012. En un segundo caso, fue condenado a 3 años de cárcel por delitos de usurpación de funciones públicas y cohecho activo por el viaje que hizo en agosto de 2014 a Ribadeo (Galicia) haciéndose pasar por un enlace entre Gobierno y Casa Real.
En un tercer procedimiento fue condenado a 3 años y 5 meses de cárcel por un delito de usurpación de funciones públicas y un delito continuado de falsedad en documento oficial por hacerse pasar por un miembro del Ejecutivo de Mariano Rajoy en una operación de compraventa de un inmueble.
Y en un cuarto caso se le impuso una condena de 4 años y 3 meses de prisión por haber accedido en 2014 a información «confidencial» en bases de datos policiales. 'El Pequeño Nicolás' permanece en libertad toda vez que sus condenas no son firmes, ya que las ha recurrido todas y aún no se ha resuelto sobre sus recursos. En total, el joven acumula 12 años y 5 meses de condenas privativas de libertad. La única absolución que ha conseguido hasta ahora se dictó en 2018 por un delito de injurias y calumnias contra el CNI, del que le culpaban por acusar al organismo de 'pinchar' su teléfono ilegalmente.