El subdirector de la Policía Nacional de Tailandia, Surachate Hakparn, conocido como «Big Joke» e investigado por presuntas corruptelas, admitió este miércoles en una entrevista haber pagado periódicamente «a tres o cuatro periodistas» que han estado trabajando en la cobertura de sus casos, pero negó que se tratara de corrupción.
En una entrevista telefónica con un conocido programa en las redes sociales, Big Joke, quien supervisa, entre otros, el caso contra el español Daniel Sancho por el asesinato del colombiano Edwin Arrieta, ha admitido que les pagaba cerca de 10.000 baht (unos 270 dólares) a «tres o cuatro periodistas» cada vez que lo acompañaban «a cubrir las noticias» de los casos bajo su jurisdicción. «Cuando los reporteros me acompañaron a cubrir las noticias, les di 10.000 baht por su trabajo (...) Tengo entre tres y cuatro periodistas que trabajan conmigo desde hace mucho tiempo», dijo el subdirector. Las declaraciones se producen en el marco de una investigación que vincula a Big Joke y diversos de sus subordinados a fondos ilegales de apuestas en línea, quienes también han sido conectados con supuestos pagos a los periodistas.
Sin embargo, el subdirector de la Policía Nacional dijo que no les ha solicitado a los periodistas «hacer nada específico» ni tampoco los profesionales se le acercaron para pedirle dinero y justificó que realizó los pagos simplemente porque «se sabe que los periodistas no están bien pagados». Big Joke, conocido por su alto perfil mediático, ha sido la cara visible de la Policía durante la investigación de Daniel Sancho por el asesinato de Arrieta el pasado agosto en la isla de Phangan.
El polémico policía es además uno de los cuatro candidatos que aspiran a ocupar el cargo de máximo jefe de la Policía Nacional, que debería ser nombrado este mismo miércoles por el primer ministro, Srettha Thavisin, aunque la elección podría aplazarse debido a la investigación por la presunta participación de Big Joke en operaciones de juegos de azar en línea. El pasado lunes, la Policía registró la casa y otras propiedades del subjefe en Bangkok, así como de otros altos cargos policiales, para buscar pruebas relacionadas con el supuesto soborno de unos 140 millones de baht (3,89 millones de dólares o 3,65 millones de euros) recibido de un grupo ilegal de apuestas en línea.
Big Joke ha negado todas las acusaciones y ha declarado que no tiene «ninguna conexión con las páginas de juego de azar», al paso que consideró las denuncias en su contra producto de conspiraciones políticas. Por eso, ha presentado una querella la víspera ante el Tribunal Penal contra la redada del lunes y alegó que la orden de registro policial en sus propiedades era «inadecuada» y ha causado daños a su «reputación».