La normalidad llega de nuevo a la residencia de ancianos Fontsana de Son Armadams. Tras el incendio que se originó en una de las habitaciones hace una semana y que obligó al desalojo de los usuarios, poco a poco, el centro de día está recuperando su cara habitual para su funcionamiento óptimo en el día a día.
El centro, durante estos días se ha mantenido cerrado por precaución debido a los desperfectos causados por el incendio y la posterior intervención de los bomberos. Debido al agua que cayó sobre el edificio se dañaron los servicios de iluminación y aire acondicionado, por lo que se han tenido que hacer trabajos de rehabilitación de los sistemas.
El incendio que provocó el pánico en la residencia a lo largo de la noche del martes pasado acabó con más de 150 personas desalojadas entre trabajadores e internos. Por suerte, la rápida y eficiente intervención de los bomberos y los equipos de emergencia no se tuvieron que lamentar heridos ni tampoco daños personales. Aún así, algunos de los internos tuvieron que ser atendidos por sanitarios a causa de leves intoxicaciones de humo.
Durante esta semana, 11 de los 20 usuarios fueron reubicados en los centros de día de Son Sardina, Son Dureta, S'Estel·la Indioteria y Can Carbonell donde han podido seguir con sus rutinas durante estos días.
A este respecto, la dirección del centro de Son Armadams quiso agradecer públicamente la colaboración prestada por las distintas administraciones públicas y los diferentes centros que han acogido a sus internos, sin cuya valiosa participación esta readaptación para los usuarios afectados no hubiese sido posible. En definitiva, un final agradable después de vivir una situación tensa que, por suerte, terminó sin heridos.