Un agente del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil ha relatado en la quinta sesión del juicio con jurado por el asalto mortal de Porreres que fue el encargado de transcribir la llamada de Pau Rigo, el anciano que mató a uno de los ladrones que acudieron a su casa, hizo al 112. «Vengan ya, que nos van matar», fueron las palabras que el jubilado transmitió a Emergències. En ese momento ya había desplegados por allí varios agentes de la Benemérita y de la Policía Local, pero Rigo seguía aterrorizado.
El mismo funcionario ha explicado que el anciano también alertaba que los ladrones habían pedido «refuerzos» y estaban allí. Pero no, eran los guardias civiles comisionados al lugar, que se encontraban armados por el desconocimiento de lo que había ocurrido allí en un primer momento. Asimismo ha dicho que en ningún momento el anciano alertó de que había disparado a alguien.
Durante la jornada de este viernes también han expuesto ante el jurado miembros del Grupo de Criminalística de la Guardia Civil. Estos han desmenuzado casi palmo a palmo la escena que encontraron al llegar a la casa y han confirmado que en la escopeta utilizada por Pau Rigo «solo había un cartucho», aunque el arma tenía capacidad para dos. Los peritos han subrayado que se encontraron muchos armarios abiertos, que se explica por el nerviosismo de los asaltantas en busca de más dinero aparte del hallado en la caja fuerte del despacho al que les llevó el anciano.