La Guardia Civil detuvo la madrugada del pasado viernes a un turista australiano de 57 años acusado de intentar estrangular a su pareja, de 60, en una casa en Santa Maria, donde estaban pasando las vacaciones en casa de una amiga. Puesto a disposición judicial en Vía Alemania horas después, el magistrado lo dejó en libertad con la prohibición de acercamiento respecto a la víctima, que fue asistida por el abogado Juan Carlos López, y la vuelta a su país la han tenido que hacer en vuelos distintos.
El suceso, según fuentes oficiales, tuvo lugar la noche del jueves día 22. La pareja, que tenía previsto viajar por varios puntos de España durante sus vacaciones, llegó a la Isla días atrás. Se acomodaron en casa de una vieja amiga que reside en Santa Maria. Durante la tarde de los hechos el varón consumió bastante alcohol, cantidad que aumentó durante la cena. A pesar de ello todo transcurrió con cierta normalidad. Pero todo cambió. La dueña de la casa decidió encenderse un cigarro y la perjudicada le pidió uno para ella. En ese momento el hombre enfureció, ya que, según ella, «detesta que fume». Tras esto el varón se marchó a su habitación.
La perjudicada decidió irse con él y ambos regresaron donde se encontraba el resto de la gente. Pero poco tiempo. El hombre se volvió a marchar a la cama haciéndole una peineta al resto de personas. Una vez en el cuarto, donde había dos habitaciones, cada uno se tumbó en una. Y esto no le gustó al varón, que empezó a insultar a su pareja y la empujó contra la pared. Después la intentó asfixiar con las manos. El revuelo alertó a la dueña de la casa, que abrió la puerta y se encontró a la mujer en shock, pero le dijo que no pasaba nada. Minutos más tarde el hombre siguió con su agresión, en esta ocasión la quiso estrangular con el cable del cargador del móvil al mismo tiempo que repetía que la iba a matar.
El sospechoso intentó marcharse con el coche alquilado, pero la propietaria de la casa avisó a la Guardia Civil del Pont d´Inca, que lo detuvo poco después. Horas más tarde fue puesto a disposición del juzgado de violencia de guardia y la autoridad judicial decretó su puesta en libertad con prohibición de acercarse a su pareja. La vuelta a su país, a pesar de que tenían billete para viajar a Bilbao esta semana, la hicieron en aviones distintos. La mujer relató en sede judicial que el hombre, con quien llevaba un año de relación, ya le había agredido varias veces en Australia.