El alcalde en funciones de Palma, José Hila, ha enviado cartas de despedida a la cúpula de la Policía Local, despidiéndose de ellos tras su derrota en las urnas. Uno de los destinatarios ha sido el exjefe del cuartel de San Fernando, el comisario Antoni Morey, que públicamente le ha respondido con una durísima misiva que está siendo muy comentada en ambientes policiales y judiciales.
«No le hablo como ciudadano de Palma ni juzgaré su gestión bajo este prisma. Le hablo como un funcionario de este Ajuntament, con 38 años de carrera, 25 de los cuales he ocupado cargos de alta responsabilidad municipal. Usted ha cometido errores dentro de su mandato, todos los cometemos. Por esos fallos podría aceptar sus disculpas», comienza en su misiva Morey, uno de los mandos más respetados del cuartel de San Fernando.
«Pero lo que no puedo aceptar es su comportamiento y el de sus colaboradores en la mal denominada 'Causa Policía', 'Caso Cursach' o lo que ustedes denominan "la corrupción de la Policía Local de Palma". Ustedes nos trataron como corruptos y de delincuentes y no solo consintió las actuaciones inquisitoriales de un juez y un fiscal con agendas ocultas (refiriéndose a Penalva y Subirán), sino que colaboró activamente con la represión que ejercieron sobre al menos 30 funcionarios de policía totalmente inocentes, como se ha demostrado sin ningún género de dudas. Y todo esto acudiendo a los periódicos para obtener eco y crédito político.
«Hablo por mí, que era el jefe de la Policía Local en aquellos tiempos. Usted me cesó, me expedientó, me suspendió tres años y medio de empleo y sueldo, e instó una orden de alejamiento de mi lugar de trabajo. Usted me trató de corrupto y nunca se dignó a darme la presunción de inocencia que constitucionalmente me correspondía. Pero es que cuando después se aclaró todo y se demostró la gran mentira, tampoco se dignó a pedirme disculpas. así que ahora estas suenan totalmente hipócritas», añade.
«Usted cesará como alcalde y muy poca gente le añorará», continúa Morey, al tiempo que le echa en cara «los millones de euros dilapidados en la caza de brujas» en el cuartel de San Fernando, cuando la regidora Angélica Pastor y el director de Área Martí Capó se aliaron con Penalva y Subirán y purgaron a la cúpula policial de entonces.
Morey concluye su durísima carta de la siguiente manera: «No, no fueron errores. Fueron perversiones, maldades, agresiones gratuitas mal intencionadas. Espero que las cargue por siempre en su conciencia, si es que tiene».