El Ministerio Fiscal solicita penas que suman 38 años y tres meses para los 21 integrantes de una banda internacional de ladrones que actuó durante años en Palma y que fue desarticulada por la Policía Nacional en el verano de 2020. Los acusados, todos de nacionalidad rumana, formaban una gran red especializada en robos de carteras y hurtos en comercios. El juicio por estos hechos está previsto que se celebre a principios de 2024.
La red, en una macrooperación policial en la que participaron más de un centenar de agentes, fue desarticulada en agosto de hace ahora casi tres años. La Policía Nacional cifró en su momento en 12,5 millones de euros el botín obtenido por la organización desde su desembarco en Mallorca, fechado en 2010. La mañana del día 10 se registraron una veintena de viviendas en la Isla y los agentes se incautaron de más de 300 objetos sustraídos.
La investigación llevaba a cabo, por la comisaría de distrito centro y el grupo de Crimen Organizado, reveló que una parte de la banda residía durante todo el año en Mallorca y en temporada alta se encargaban, además de llevar a cabo los presuntos hurtos, de alojar en sus viviendas a compatriotas que llegaban a la Isla para cometer junto a ellos las fechorías. Sus principales zonas de actuación y áreas afectadas era la Platja de Palma, Catedral, Castell de Bellver, principales líneas de autobús de la EMT, casco antiguo, Port d'Alcúdia, Port de Sóller, Valldemossa y Cala Rajada.
El Ministerio Público acusa a los imputados de pertenencia a grupo criminal, continuado de hurto, continuado de receptación y de estafa. En algunos de los integrantes de la banda concurre el agravante de reincidencia, ya que cuentan con antecedentes penales. Además de los correspondientes años de prisión, la Fiscalía también solicita que los presuntos delincuentes no puedan residir en Mallorca durante dos años y medio.