Los dos forenses que han declarado este viernes en la tercera sesión del juicio por la muerte de Fátima Cherkaoui han apuntado directamente a la mala praxis de los dos médicos imputados por homicidio imprudente. «No se valoró bien el riesgo que tenía una intervención de este tipo», han apuntado los facultativos.
La declaración conjunta de ambos, que se ha prolongado durante horas, ha dejado bien a la claras que, según su criterio, hubo fallos en la liposucción: «Ese tipo de operación no debía hacerse en un quirófano como el que tenían en la clínica. Lo suyo era hacerla en un hospital con una UCI cercana por si aparecen complicaciones», han señalado y han añadido que la ubicación de la intervención es «cosa de los médicos».
Asimismo han indicado que la embolia grasa que sufrió Fátima no surgió de manera imprevista, sino que «se creó el riesgo» tras alargar la operación. «Si se alarga más de lo previsto el riesgo aumenta», han subrayado. Al tiempo que también creen que si hubiesen tenido bolsas de sangre de reserva en la clínica privada «el resultado podría haber sido diferente».
La Fiscalía solicita inicialmente para cada uno de los acusados una pena de tres años de prisión por homicidio imprudente y que indemnicen a los hijos de la fallecida con 240.000 euros. El juicio está previsto que finalice el viernes de la semana que viene.