Hace unos días saltaban las alarmas cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado dieron a conocer la dramática situación que están padeciendo los policías y guardias civiles en Baleares ante la falta de vivienda digna. Un problema que está generando que los funcionarios policiales no quieran venir a trabajar destinados a las islas. Además, algunos de ellos, especialmente en Ibiza, se ven obligados a dormir en furgonetas, coches, pisos pateras o garajes.
Ahora, resulta que el sector de la seguridad privada se encuentra en la misma situación, pero agravada por la diferencia de sueldos existente entre un funcionario policial y un vigilante. "Los vigilantes no quieren venir a trabajar a las islas y ya podemos anunciar que no hay trabajadores suficientes para cubrir los servicios. Además, las TIP (Tarjeta de Identificación Profesional) nuevas van con mucho retraso y tenemos vigilantes parados por culpa de la Administración", comenta Inés Ybarra, presidenta del sector.