Un juzgado de lo Penal de Palma condenó este miércoles al pago de una multa de 840 euros a un hombre por destrozar dos cristaleras de la estación marítima número 2 de la capital balear y forcejear con dos agentes de la Guardia Civil en marzo del pasado año. El acusado, que cuenta con múltiples antecedentes, se declaró culpable ante la jueza de un delito de daños, resistencia y dos leves de lesiones. El procesado, de nacionalidad española, dio el visto bueno al acuerdo alcanzado por su abogada con la representante de la Fiscalía antes de iniciarse la vista en una sala de Vía Alemania.
Los hechos enjuciados tuvieron lugar a las 22.30 horas del 26 de marzo del año pasado. El acusado se encontraba en la estación marítima número 2 de Palma y comenzó a dar golpes a los cristales de las puertas, que acabaron fracturados. La Policía Portuaria avisó a la Guardia Civil de lo que estaba ocurriendo y se personaron allí dos agentes. Nada más llegar los funcionarios, el procesado arremetió contra ellos con una caja metálica al tiempo que les insultaba y los llamaba «hijos de puta». Poco después se inició un forcejeo en el que los dos agentes de la Benemérita acabaron con lesiones.
El acusado tendrá que indemnizar a la autoridad portuaria en 1919 euros por los destrozos provocados y a cada uno de los guardias civiles con 150 euros por las lesiones ocasionadas. La magistrada dictó sentencia en el mismo acto.