Julia Faustyna, la joven polaca que asegura ser Madeleine McCann, la niña de solo 3 años que desapareció del apartamento de vacaciones de su familia en el pueblo portugués de Praia da Luz, en Portugal, el 3 de mayo de 2007, se ha convertido en la protagonista de la semana. La chica defiende su teoría desde la cuenta de Instagram (@iammadeleinemccann), que cuenta ya con más de un millón de seguidores, sin embargo, de cada vez existen más motivos que desmontan su discurso.
Este pasado lunes Faustyna aseguró que los padres de la menor desaparecida habría accedido a hacerse un test de ADN, a pesar de que nunca ha habido un comunicado oficial por parte de la familia. Sin embargo, este martes varios expertos aseguran que no sería necesaria ninguna prueba de Kate y Gerry McCann. Desde la asociación de desaparecidos española Alerta Desaparecidos afirman que «los padres de Madeleine Mccann no tienen que realizarse ninguna prueba de ADN. Su adn lleva desde el principio de la desaparición de su hija, en las bases de datos a nivel mundial de personas desaparecidas. Madeline es la persona más buscada del mundo».
Por otra parte, varios medios británicos han informado de que la familia está dispuesta a hacerse la prueba porque «no tienen nada que perder», ve necesario analizar todos los factores y, además, «la niña se parece, no hay duda de eso», asegura The Daily Mirror. Sin embargo, a pesar del empeño de la joven en demostrar su parecido, Scotland Yard, la Policía del Reino Unido, no cree a la joven e «ignoran» su testimonio.
Finalmente, Francisco Marco, ex director de la agencia de investigación Método 3, que lideró tiempo atrás la investigación sobre la desaparición de Madeleine, también ha descartado en declaraciones en RAC1, que la joven polaca sea Madeleine. Según una investigación biométrica, las fotografías de Julia Faustyna en la red y no concuerdan con los rasgos de la menor desaparecida hace ya más de quince años.