El acusado de terminar con la vida de Mohamed Youb, el joven que falleció después de recibir una brutal paliza en Cales de Mallorca en julio de 2021, ha negado este lunes haber matado de forma voluntaria a la víctima. En el primer día del juicio que se celebra en la Audiencia de Palma ha explicado que durante una discusión soltó «un solo codazo» a la víctima y que lo hizo en defensa propia.
El procesado ha relatado que todo ocurrió estando de fiesta en Cales de Mallorca con su pareja, su tío y la pareja de este. En un momento determinado de la noche, después de discutir con su pareja y estando solo, ha asegurado que se encontró con la víctima y un acompañante. «Fui a saludar a su acompañante, en ese momente apareció mi tío con su mujer y dijo: "¡Qué pasa con mi sobrino!", con el puño cerrado». Una vez iniciada la discusión el acusado ha sostenido que intentó «separar la pelea» y que tras ser agredido por la víctima actuó en defensa propia: «En un momento de esos noté que me hacían un 'mataleón' y solté un solo codazo con la mala suerte que la víctima se golpeó de cabeza en el suelo». En esta primera sesión del juicio, que se celebra con jurado popular, el individuo también ha dicho que desconocía que su actual mujer, por aquel entonces pareja, era la expareja de la víctima.
La Fiscalía pide para el agresor doce años de prisión como autor de un delito de homicidio y que indemnice a los padres con 168.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Según el relato del Ministerio Público, los hechos tuvieron lugar sobre las 00.45 horas en un aparcamiento de la calle Romaguera. El imputado, que se encuentra en prisión por estos hechos, se encontró con la víctima, que iba acompañado de un amigo, y le recriminó que estuviera hablando con su mujer. En ese momento se inició una discusión entre ambos y el procesado le propinó un fuerte puñetazo a la altura de la sien a Mohamed, que perdió el conocimiento y cayó al suelo. Una vez en el pavimento le pisó fuertemente la cabeza contra el piso.
La agresión tuvo lugar el 21 de julio de 2021 y la víctima que se encontraba en coma profunda y fue sometido a varias operaciones falleció el 26 de noviembre. La Fiscalía asegura que el joven era consciente de que podía acabar con la vida del chico, como así fue finalmente. La víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico grave con lesiones óseas, vasculares y viscerales. Estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte en el hospital, hasta que el 26 de noviembre, algo más de cuatro meses después de ser agredido, falleció.
Tras conocerse la brutal agresión, la Policía Nacional inició la búsqueda del sospechoso, que, cercado por los agentes y por la presión social, se entregó seis días después del suceso en la comisaría, acompañado por su abogado, Miguel Ángel Ordinas. Estuvo escondido todo ese tiempo. Tras declarar ante el juez de guardia, se ordenó su ingreso en la cárcel. La acusación particular eleva la petición de prisión para el procesado hasta los 22 años al calificar lo ocurrido de asesinato con alevosía y que indemnice a los padres y a los tres hermanos en la suma total de 190.000 euros.