Las policías locales de los municipios tienen que afrontar todo tipo de situaciones. Desde la regulación del tráfico, velar por la seguridad de las personas, rescates, auxilios humanitarios e incluso convertirse en improvisados cuidadores de animales. Hace unos días, la central policial recibió una curiosa llamada por parte del departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Inca. En la misma, les informaban que había una persona de avanzada edad que estaba enferma y que tras ser visitada por los facultativos se decidió que debía quedar hospitalizada.
Tras varios días, el paciente comentó al personal del centro que era una persona que vivía solo en una casa de campo. Una de sus mayores preocupaciones en ese instante era que tenía animales en la misma y que llevaban varios días sin comer.
Acto seguido, los agentes de la Policía Local de Inca localizaron la vivienda, acudieron a la misma, dieron de comer a los animales y con la colaboración de los compañeros de la Unidad Ambiental (UMA) se hicieron cargo de la docena de gallinas. Las aves se encuentran en perfectas condiciones y están a buen recaudo hasta que su legítimo propietario se recupere, salga del hospital y pueda hacerse cargo de nuevo de las mismas. Sin duda alguna, se trata de un bonito gesto y de una gran humanidad del cuerpo policial inquense. «Hay operaciones en las que se pueden incautar grandes cantidades de droga u otro tipo de actuaciones de gran calado, pero de buen seguro, para este vecino de avanzada edad no había nada más importante que sus gallinas», comenta un residente de la zona.