La gran mayoría de reclusos que han pasado las fiestas navideñas en prisión pudieron disfrutar de un menú muy especial. Se trata de una elaborada carta digna de los mejores restaurantes. En Nochevieja, los presos disfrutaron de un cóctel de marisco de primer plato, paletilla de cordero con patatas de principal, surtido de turrones. Tarta de queso con arándanos de postre y uvas de la suerte.
En Año Nuevo, se sirvió churros con chocolate y bollos con mantequilla para desayunar y arroz a la marinera, picantón al horno con pimientos y patatas de segundo. Flan y piña, fue el postre elegido.