El momento más dramático de la entrevista exclusiva con Bartolomé Sbert, número dos del Grupo Cursach y uno de los principales investigados en el caso, se produjo cuando el empresario, entre lágrimas, reveló que estuvo a punto de suicidarse porque estaba arruinado, hundido anímicamente y ante un juicio que se preveía muy duro.
«En el momento en que dijeron que estábamos absueltos es como si me hubieran quitado un saco de cemento de encima. Ahora hay que arreglar la cabeza. Si no hubiera sido por mis psicólogas y psiquiatra me hubiera suicidado. De hecho, un día puse la mano en la barra del puente de Son Rapinya. Era el 20 de marzo de 2019, ya veía las cosas más claras pero la cabeza es muy traidora. Miré la altura y dije, no me mataré desde aquí pero me atropellará un coche y moriré», desveló a este periódico.
Cabe recordar que el caso se empezó a desmoronar el pasado 18 de noviembre, cuando el fiscal Tomás Herranz anunció al finalizar la declaración de todos los testigos de cargo del 'caso Cursach' que retiraría toda la acusación contra todos los acusados. A partir de ahí solo quedaban las acusaciones particulares, que solo unos días después decidieron retirar sus acusaciones. En este punto, el caso dio un giro drástico, ya que la Fiscalía decidió abrir una investigación a Penalva y Subirán después de admitir que los acusados «han sufrido una injusticia».