Y hartos de la mujer se marcharon. Una residente en Palma, concretamente en un edificio ubicado en la plaza París, se enfrenta a un año de prisión por hostigar durante meses a sus vecinos de arriba, a los que obligó a mudarse. También les provocó distintos desperfectos en la puerta de la vivienda. Por ello, el Ministerio Fiscal solicita que la procesada, de 76 años, abone una multa de 2.700 euros. El juicio por estos hechos, tras no alcanzar un acuerdo de conformidad en la vista previa, se celebrará próximamente en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania, en Palma.
«Agobio e intromisión»
Los incidentes, tal y como describe la acusación pública en su escrito, se remontan a enero de 2020. La jubilada desplegó una actitud continua de «agobio e intromisión en la vida cotidiana de sus vecinos». Los perjudicados residían en un quinto. La mujer, en el cuarto. Y durante todo ese tiempo se dedicó a insultarlos de manera reiterada acusándoles de entrar falsamente en su casa con una supuesta llave maestra para «intoxicar el agua de la ducha». También les hacía responsables de que taconearan y pusieran la música y la calefacción alta.
La imputada se dedicaba con frecuencia a depositar distintos objetos en el felpudo de los denunciantes. El 22 de septiembre golpeó con fuerza e insistencia con el mazo de un mortero la puerta de dicho domicilio. Un día más tarde dejó bolsas de plástico, hojas de plantas y hasta unas gafas. El último episodio de acoso data de enero de 2021, cuando la mujer golpeó con una piqueta en repetidas ocasiones de nuevo a la puerta, lo que provocó desperfectos en la entrada valorados en 2.591 euros. Los vecinos se vieron obligados a mudarse de domicilio debido a la gran perturbación sufrida en su vida cotidiana.