La Policía Nacional ha celebrado este martes la festividad de los Ángeles Custodios, patrón del cuerpo. Lo hizo por primera vez bajo el mando del recién nombrado jefe superior, José Luis Santafé. Sin duda alguna, uno de los momentos más esperados del acto fue la entrega de medallas y distinciones. Entre los condecorados se encontraba el fundador y presidente del Grupo Meliá, Gabriel Escarrer Juliá, quien recogió muy emocionado su medalla al mérito policial con distintivo blanco.
También resultaron premiados Julio Cano, teniente fiscal; Carlos González, jefe del área regional de Vigilancia Aduanera; Mario González, subinspector de la Policía Local de Palma; Sebastián Corrales, agente de la Policía Local integrado en el Grupo II de Estupefacientes; Antonia Mansilla, responsables de la empresa de limpieza de la Jefatura; Diego Llorca, jefe de la división de servicios aeroportuarios y María de las Mercedes Conrado, delegada de Patrimonio Nacional en el Real Sitio de la Almudaina. En su discurso, Aina Calvo, delegada del Gobierno, destacó la importancia policial en la lucha contra la violencia de género. También agradeció el trabajo realizado tras la llegada de pateras a nuestras Islas. «Tenemos el reto de afrontar la migración irregular de la mejor forma posible, guiados por el cumplimiento de la ley».
José Luis Santafé, el jefe superior de Policía, pronunció un discurso en el que tuvo palabras muy cariñosas para la jueza decana de Palma, Sonia Vidal y el fiscal superior, Tomeu Barceló. Dicho inciso se debió a un «error involuntario» que se produjo en el acto de su toma de posesión donde, por error, se omitió cualquier referencia a jueces y fiscales. «Nosotros trabajamos con y para los jueces y fiscales. La Policía Nacional mantiene unas magníficas relaciones con ellos, prueba de ello son las condecoraciones que hemos otorgado este año a un juez de Maó y al teniente fiscal de Baleares».
Santafé sacó pecho y destacó el trabajo realizado por sus hombres realizando un amplio resumen de las actuaciones más destacadas. También aprovechó para agradecer el legado dejado por su antecesor, Gonzalo Espino. El acto se celebró en el patio de La Misericòrdia de Palma y contó con más de 700 invitados. La banda de música militar interpretó el himno nacional, las autoridades pasaron revista a la tropa y se vivió con pasión un emotivo homenaje a los compañeros caídos. Lugar relevante para los jubilados de la Policía Nacional que, de uniforme la mayoría, ocuparon un lugar preferente en el acto. El evento contó con realización en directo, pantalla gigante y se proyectó un vídeo del trabajo realizado durante todo el año por las diferentes unidades de Balears.