Vida es un Staffordshire americano y Ángel, un bulldog inglés, que buscan una nueva oportunidad. Llevan diez meses en la perrera municipal de Son Reus después de que, en noviembre de 2021, su propietario fuera detenido por un presunto delito de maltrato animal. La denuncia la interpusieron varios vecinos que han relatado y constatan que estos perros eran víctimas de zoofilia y peligraba su bienestar. Vida entró en la perrera con tan solo tres meses y Ángel con tres años. Niki Nica, de la asociación Los Ángeles de Son Reus, les visita y cuida a diario.
«Los chips de estos perros ni siquiera están a nombre de su propietario y encima hay denuncias contra él. Por lo tanto, ¿por qué el juez no les deja en libertad para que puedan ser adoptados?», se pregunta Niki. Como ella, son muchos los voluntarios que se preocupan por el futuro de estos dos animales de forma que «no vuelvan con su propietario porque sería una barbaridad».
Adopción
Niki Nica asegura que hay «muchas familias, muy buenas, que quieren hacerse cargo de Vida y Ángel», pero hasta que el juzgado no resuelva su caso no pueden salir de Son Reus. La asociación Peluditos Son Reus también se ha involucrado en la campaña para dar a conocer la historia de estos dos perros a fin de darles una vida apartados «de su maltratador».