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Caso Cursach

La Patrulla Verde cierra filas y otro agente acusado admite que trabajó para Cursach

Los policías locales justifican las inspecciones por incumplimientos reiterados, «no por manía»

Los acusados terminarán de declarar entre esta semana y la próxima. | Alejandro Sepúlveda

| Palma |

«Incumplidores reiterados» y bares clandestinos durante treinta años. Los policías locales de la Patrulla Verde terminaron este martes sus declaraciones en el macrojuicio con un repaso de todas las actuaciones que les mantienen en el banquillo. «Ese local se inspeccionaba porque funcionaba como una discoteca sin licencia, no porque le tuviéramos manía», explicó el ‘número dos' de la unidad, Feliciano Franco, sobre uno de los locales objeto de acusación. Mientras, otro de los que declaró ayer, Rafael Amengual, admitió que trabajó una temporada en el Megapark de Cursach. Un pluriempleo para controlar prostitutas nigerianas y el aparcamiento que se repartía con otro policía acusado. Otro de los que declaró ayer, Carlos Vallecillo, documentó que estaba destinado en Menorca durante seis años en los que se le acusa de haber acosado a un local de Palma.

El primero en declarar, Feliciano Franco reiteró que la Patrulla Verde actuó siempre ante denuncias o requerimientos del Ajuntament. Desgranó una a una las actuaciones. En torno a un local en el Jonquet, Sa Trobada: «Insistía en que no hacía de discoteca y no es verdad»; sobre otro en la misma zona: «Tenía un terremoto de quejas porque montó una barra con música en una terraza». El dueño del Templo del Faraón: «Se dedicaba a alquilar locales para montar after hours y los quemaba. Nunca pagó una multa». Todos los agentes subieron al estrado con documentos de los expedientes y con la queja de que no podían acceder a ellos cuando estaban en la cárcel por orden del juez Penalva: «Era tan fácil que nos facilitaran los expedientes completos», añadió Franco durante su intervención.

Otros dos agentes, Gabriel Mayol y José Mayans, negaron que el primero exigiera favores sexuales en un bar para no hacer inspecciones y justificaron que nunca actuaron por libre. Son dos de los que afrontan una mayor petición de prisión: nueve años y medio y seis y medio, respectivamente. Amengual Henry, acusado formalmente por el supuesto acoso a la discoteca Level, se desmarcó de esto. Afirmó que, la mayor parte del tiempo trabajaba en Mercapalma y solo durante un tiempo en Platja de Palma, «a diez kilómetros de este local». Nunca lo inspeccionó, sostiene y admitió un trabajo puntual en Megapark. Vallecillo explicó que estuvo en Menorca durante los años que coinciden con la acusación y negó el resto: «Siempre he pagado mis consumiciones». Recordó que Penalva y Subirán se referían a él como «vatercillo». «El cariño es obvio». Dice que no accedió a expedientes desde que se produjo la detención de los Ángeles del Infierno.

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